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La Diputación de Segovia aprovechó el 8M para rendir homenaje a una mujer minera, la espinariega Julia Alonso, que recibió, a título póstumo, la distinción de Supersegoviana. Fallecida el año pasado con casi noventa años, Alonso trabajó en la mina de wolframio de El Espinar a mitad del siglo XX. Además del acto celebrado en el Juan Bravo, la Diputación, con la colaboración del Ayuntamiento de El Espinar, ha instalado un monolito en San Rafael con una placa en la que una ilustración elaborada por Celia Uve recuerda la figura de Julita, como era conocida, tanto en el municipio como en el barrio de San José, donde residió y regentó una tienda de ultramarinos.
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«Si mujeres y hombres seguimos 'picando piedra' en cualquier ámbito y entre cualquier generación, llegará un viernes, 8 de marzo, en el que el metal que encontremos dejará de ser duro, gris y de transición como el wolframio y por fin podremos decir que hemos llegado a uno blando, precioso y brillante; que tenemos una sociedad de oro», dijo el presidente de la Diputación, Miguel Ángel de Vicente. Los hijos de la homenajeada, Rodolfo y Magnolia de Prado Alonso, intervinieron en su lugar para explicar quién fue Julia Alonso y por qué su trabajo en la mina de wolframio es, hoy en día, digno de reconocimiento.
«No solo es un homenaje a nuestra madre, lo es a toda una generación de madres que sacó adelante a sus familias en una época en la que nada era fácil», señalaba en el vídeo Rodolfo de Prado, que agradeció el reconocimiento.
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