«No tenemos ni cuello, nos han hecho un nudo ahí»
Los establecimientos del municipio de El Espinar reabren el interior de sus locales con «esperanza» ante la dura realidad a la que tienen que hacer frente
Mientras Segovia capital, Riaza y Palazuelos de Eresma continuarán unos días más con el interior de la hostelería cerrado, los establecimientos de El Espinar han ... recibido sobre todo con «esperanza» salir de esa lista 'negra' y atender a los clientes dentro de sus locales.
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Pedro Rodríguez tiene el bar Orly en el núcleo de San Rafael, el restaurante Plaza y una discoteca que lleva trece meses cerrada, «sin recibir ningún tipo de ayuda». Representa a la tercera generación en este sector, «llevamos desde el año 69, hemos cumplido 52 años y tenemos el amor propio de seguir adelante porque todo lo que han construido nuestras familias, mis bisabuelos, padres y nosotros mismos, no se lo van a llevar por delante, aunque nos tienen apretados, no, lo siguiente; ya no tenemos cuello, nos han hecho un nudo ahí...», dijo.
«Ya llueve sobre mojado, es desesperación porque sientes que no sirve de nada todo el trabajo que estás realizando, de desinfección constante en el local, cada cliente, cada silla, cada mesa... sientes que no sirve para nada cuando a las primeras de cambio te vuelven a cerrar otra vez. No somos los culpables y está demostrado. Tenemos al lado la Comunidad de Madrid que está en verde y nosotros estamos en rojo. Y ya no es solo que nos cierren por datos, antes te cerraban por datos y te podrían gustar o no los datos que se manejaban, pero ahora ya es en base a suposiciones porque aquí, por ejemplo, si somos 10.000 habitantes y hay 30 infectados, si fuéramos 100.000 tendríamos 300. Puedes decir que en diez mil habitantes tienes 30 y en cien mil coges y cuentas los que tienes, no supones, podremos tener 300, 600 o 50. Cerrar en base a eso después de todo lo que llevamos crispa mucho a la gente».
Gastos
Pedro Rodríguez atiende al técnico de las cámaras. «Nuestra maquinaria está hecha para funcionar de continuo. Cuando tienen mucho tiempo de paradas largas, no viene nada bien. Me va a costar un dinero y no recibo nada para ello. Esto en mi situación, pero le pasará igual a otros. Encima de que estás asfixiado, que no tienes de donde sacar dinero, vienen más gastos adicionales por esta situación cuando además no somos culpables de ello y se están cebando con nosotros. En nuestro caso nos ha pillado en una época de expansión; somos cuatro hermanos que habíamos apostado por ampliar los negocios, hacer reformas y estamos desesperados, con el cierre de la comunidad, cero turismo y estos pueblos tienen un comercio en base al turismo de fuera, como Madrid. Y estamos todos los restaurantes y establecimientos con la población única y exclusiva del núcleo. Estamos desesperados porque no trabajamos, porque no podemos trabajar, no recibimos ayudas. No llegan. Es desesperante. Esperamos que alguien ponga un poco de juicio en esto, un poco de cordura y nos dejen trabajar, que es lo único que pedimos. Todo el sector hostelero lo único que pide es poder trabajar».
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Sonia Pérez, del bar la Terraza, en La Estación, tiene algo de más de jaleo, puntual, porque la reapertura del establecimiento ha coincidido con un rodaje en la zona «y les ha dado por bajar a comer y hemos podido trabajar». Pero esta circunstancia no desengrasa la situación. «Está siendo mortal, porque cada vez que abrimos son gastos, y es como tirar dinero a la basura. Sigue habiendo mucha incertidumbre y los gastos siguen».
Considera un tanto «absurdo que nos cierren. Aquí, en La Estación tenemos a los clientes, controlados, sentados... con todas las medidas de seguridad. De ahí esa sensación de que todo lo que hacemos no sirve de nada. Si no quedan en el bar, quedan en su casa y allí no hay control, en el bar sí que lo hay».
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