Cuatro de cada cien sanciones en Segovia por consumo de droga en la calle son a menores
El año pasado se tramitaron 826 expedientes por tomar o tener estupefacientes en espacios públicos
El próximo mes de julio, Lirio Martín cumplirá tres años al frente de la Subdelegación del Gobierno en Segovia. A los pocos días ... de tomar posesión expresó su firme voluntad de intensificar la lucha contra el tráfico de droga en la provincia, y en particular subrayó la intención de que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado focalizaran buena parte de sus esfuerzos en abortar la venta de estupefacientes a pequeña escala, el conocido como 'menudeo'. Quizás porque los números no son tan llamativos como cuando se habla de hurtos o de robos en establecimientos y viviendas, pueda parecer que las infracciones penales relacionadas con el narcotráfico inquietan menos. Y ahí está el problema. Lirio Martín pone de manifiesto la preocupación que suscita que «de manera paralela a la ilegalidad de la droga haya una baja percepción del riesgo» que conlleva el consumo de sustancias como el hachís o la marihuana. La precocidad a la que los adolescentes fuman su primer 'porro' es alarmante.
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Durante el pasado año, la Subdelegación tramitó en Segovia 826 expedientes administrativos por tenencia o consumo de droga, que en la mayoría de los casos era hachís o cannabis. Además, más de setecientos eran hombres. Si la Guardia Civil o la Policía Nacional 'pillan' a una persona tomando alguna sustancia ilegal en espacios públicos o simplemente con droga en la calle se expone a ser sancionada conforme se recoge en la Ley Orgánica de Protección de la Seguridad Ciudadana. Se trata de una infracción administrativa, a diferencia del delito de tráfico, que está contemplado por el Código Penal. Las multas van desde los 601 hasta los 30.000 euros, según la gravedad.
Casi la mitad de los expedientados el año pasado por consumo de estupefacientes tenía entre los 25 y los 40 años. El DNI del 35% de los tomadores 'cazados' –es decir, 289– indicaba que sus edades estaban en la horquilla que va de los 18 a los 25. Los datos facilitados por la Subdelegación del Gobierno revelan que seis de los consumidores multados el curso pasado eran menores de 14, 15 y 16 años, a los que hay que sumar otros 26 expedientados que no habían cumplido la mayoría de edad y con carnés que reflejan edades de entre 16 y 18 años. Entre todos los menores suponen el 4% de las sanciones.
La estrategia nacional sobre adicciones 2017-2024 del Ministerio de Sanidad señala que el 12,6% de los consumidores de cannabis son menores de 15 a 17 años, un porcentaje mayor al 5,5% que arroja el segmento de población de los adultos que ya han soplado 35 velas.
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A la inquietud que muestra la subdelegada por la temprana edad a la que se coquetea con las drogas se añade el hecho de que «hay otras actividades delictivas en torno al narcotráfico», advierte Lirio Martín.
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