Sede del INSS en Segovia. Antonio de Torre

El coronavirus deja en Segovia menos pensiones de viudedad y más de jubilación y orfandad

Descendieron un 0,13% en 2020 en comparación con el año anterior

Sábado, 27 de marzo 2021, 12:51

El responsable de la Federación de Servicios Públicos de Unión General de Trabajadores en Segovia, Miguel Ángel Mateo, alerta de cómo la mortalidad que deja ... tras de sí el coronavirus afecta a las pensiones en forma de una leve disminución en el conjunto de las prestaciones asignadas en la provincia. A fecha de 1 de enero, el volumen de pensiones contributivas (33.622) abonadas en la provincia había descendido un 0,13% con respecto al dato que facilitaba la Seguridad Social doce meses antes. Entre medias, una pandemia que ha provocado altibajos más bruscos que en ejercicios anteriores en la tendencia que habitualmente dibuja la evolución de estas pagas.

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Estas variaciones se notan sobre todo en la tramitación de las prestaciones asociadas a las incapacidades permanentes valoradas y calificadas por el sistema de la Seguridad Social. Hay tres tipos –total, absoluta y la de gran invalidez–. Por este orden, las cuantías a recibir por los beneficiarios van de menor a mayor. El año de la pandemia del coronavirus en general, y los 956 fallecimientos en particular como consecuencia de la infección, han traído consigo un descenso en los perceptores de la pensión de viudedad (120 menos entre los meses de enero de 2020 y 2021); un aumento en las prestaciones por orfandad (38 más), así como otra subida en las pensiones más frecuentes que son las de por jubilación, que en este último año han pasado de 21.291 a 21.348, es decir, 55 más que al inicio de 2020.

Vaivenes en incapacidades

El otro descenso por tipo de tipo de prestación se da en el colectivo de las incapacidades permanentes, que registra doce perceptores menos. La pensión media en estos casos es la que más ha acusado la irrupción del coronavirus. Acabó el ejercicio pasado en 910 euros, doce menos que con los que inició el año 2020. Aunque ha recuperado terreno en los dos primeros meses del curso actual, su evolución se ha visto altamente condicionada por los vaivenes en el valor de las incapacidades permanentes absolutas, que se refieren a los casos en los que el trabajador se encuentra inhabilitado para el ejercicio de toda profesión u oficio.

Dicha prestación se devaluó entre un 8% y un 9% entre los meses de mayo y noviembre del año pasado, lo que influyó en el descenso de la cuantía media que cobran mensualmente los receptores de una contrapartida por tener declarada una incapacidad laboral permanente.

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