Coca: Una ciudad fortificada junto al Voltoya

Rodeado de un profundo foso encontramos en el municipio de Coca uno de sus principales monumentos, su castillo. Una fortaleza considerada una de las mejores muestras del arte gótico mudéjar español. Por lo tanto, destaca el ladrillo como material principal de la construcción, cuyo color rojo se mezcla y contrasta con el blanco de la piedra caliza.

Sin embargo, una de sus principales características es que no se encuentra construido en un alto, sino que aprovecha los escarpes del río Voltoya, que en esta zona forma un gran meandro, a lo que suma el foso, lo que forma su principal sistema defensivo externo.

Su construcción data de finales del siglo XV, y desde mediados del siglo XX se consiguió la cesión del castillo por parte de los duques de Alba para la instalación de un centro de estudios, que en un primer momento fue una Escuela de Capacitación y en la actualidad es un Centro Integrado de Formación Profesional dependiente de la Consejería de Agricultura.

Regresando a su material principal, el ladrillo, éste no sólo se utiliza como material de obra, sino también como elemento decorativo, con lo que se crean juegos de color y de formas, a los que se suman garitones estucados y pintados. En su interior existía una azulejería mudéjar en el patio de armas, que hoy ha desaparecido.

En su vista exterior destacan sus torres, de diferentes tamaños, y de su interior, el patio de armas, una reconstrucción del original, del que aún sobreviven algunos de los capiteles de la galería superior.

En el interior de la torre del homenaje se sitúan varias salas, como una capilla, una sala de armas o una sala museo, en la que se exponen algunos materiales arqueológicos celtibéricos y romanos, además de diversos restos del castillo primitivo. En otras torres se encuentran salas como la de los peces o la de los jarros, denominadas así por las representaciones existentes en sus paredes, con pinturas y arquerías mudéjares.

Como ciudad fortificada, Coca también conserva parte de sus murallas medievales, que llegaron a rodear toda la villa medieval. En la actualidad se conservan cerca de 200 metros de cerca, al parecer en la parte más elevada y de mayor grosor, ya que protegen la zona más vulnerable.

En la ciudad destacan otros monumentos de gran relevancia, como es el caso de la torre mudéjar de San Nicolás, erigida en el siglo XII, que imita un minarete de una mezquita. Está construida en mampostería y en ladrillo, y es el único resto que queda de la iglesia que llevaba el mismo nombre y que fue derrumbada a finales del siglo XVII.

Tampoco hay que olvidarse de la iglesia gótica de Santa María La Mayor, construida sobre los cimientos de una anterior románica, los verracos ibéricos, unas esculturas zoomorfas prerromanas, o el yacimiento romano de los Cinco Caños.