Coca es un lugar habitado desde hace miles de años y representa el crisol de culturas que identifican esta tierra de Castilla y León. Sobre base vaccea y celtíbera se asienta una población romanizada que supera la crisis bajoimperial y que ni siquiera en la época de las primeros siglos del islam en España perdió su espacio de vida. Y luego, la explosión de la Comunidad de Villa y Tierra y el desarrollo económico del Renacimiento y la época de la Ilustración. Ecos de un pasado cuyas glorias no queremos olvidar, pero que hoy se nos presentan como un mundo y una visión superada.
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La historia de Coca camina por otros derroteros. La pérdida de población, ese problema que afecta a tantos núcleos rurales, también toca a la villa. El cambio de hábitos de transporte y consumo obliga a reinventar servicios públicos y negocios privados. Lo que en su día fue un éxito, hoy no resulta eficiente. El Municipio de Coca y la Corporación que presido tiene como objetivo esa tarea, la de hallar fórmulas capaces de asegurar un futuro para el mundo rural a través de la puesta en marcha de iniciativas relacionadas con las nuevas tecnologías que sean capaces de fijar población. Coca cuenta hoy con una oferta de servicios a sus ciudadanos que queremos conservar, consolidar y ampliar. Esa es la tarea y en ella tiene un protagonismo claro el patrimonio con el que contamos, tanto el de caráctar histórico y artístico como el que atesora los valores naturales de esta tierra. Porque el patrimonio natural y esa enorme masa de pinares ha servido de sustento, a través de la extracción de la resina, para mantener la población.
Coca es un municipio vivo en el que las asociaciones son elementos básicos en la actividad municipal, porque son los vecinos, los habitantes, el patrimonio de mayor importancia. Coca bien merece un paseo, quizá una estancia más larga. Hay opciones para ello, les invito a que visiten la historia, la vivan y se emocionen con ella.