La bonificación de las licencias supone un ahorro de más de 200 euros por cazador

«Es de agradecer que se nos dé una facilidad entre tantas trabas», asegura el delegado provincial de la Federación de Caza de Castilla y León, José Luis Gómez San Frutos. La exención del pago de estas tasas era una demanda recurrente en el mundo de la caza, ya que era una medida que estaba presente en otras comunidades desde hace años. «Aquí han tardado en aplicarla pero han sido más espléndidos que ninguno, pues con ella se puede beneficiar cualquier ciudadano», sostiene.

6.500es la cifra media de licencias de caza expedidas actualmente en la provincia, entre residentes en la provincia y foráneos.

El delegado segoviano cifra en aproximadamente 4.000 los permisos de armas expedidos en la provincia. No obstante, anualmente se tramitan «entre 6.000 y 7.000 licencias de caza que se corresponden con residentes y también foráneos», entre los que sobresalen madrileños e incluso vascos, según refiere Gómez. Antes de la bonificación, la tasa por el tipo A tenía un coste de 42,65 euros, la de caza con galgo alcanzaba un importe de 13,70 y la de pesca, un total de 15,20.

La valoración general sobre esta medida es positiva, aunque con la gratuidad se pierde el descuento del 25% para los federados. «En este sentido, nos ha perjudicado un poco; creemos que esta cuestión cortará en cierto modo la entrada de nuevas personas a la federación», concluye su representante.