El arrastre de caballos y mulos evoca los viejos oficios en la Feria de San Andrés de Turégano

Era el estreno de la prueba y la adversa meteorología tampoco ha ayudado a aumentar la participación, señala el promotor del concurso de arrastre de caballos y mulos. Pese a ello, Carlos García se mostraba satisfecho con la iniciativa, que nace con vocación de formar parte de la feria tureganense y de otros encuentros similares que se celebran en otras zonas. La experiencia ha cumplido la intención de despertar al menos la curiosidad, ya que «a pesar de que hacía mucho frío ha acudido bastante gente», se felicitaba el organizador.

La participación y asistencia a esta primera edición del concurso han sido predominantemente segovianas. Este tipo de iniciativas son más frecuentes en el País Vasco y en el sur de España, aunque cada una con sus detalles diferenciadores. La prueba de Turégano consistía en recorrer un circuito ovalado de cien metros. En una categoría, los caballos; y en la otra, los mulos. Los animales, usados antaño de carga en las labores campesinas, revivieron aquellas tareas al tener que arrastrar 500 kilos los primeros y 320 los segundos. Con los pesos a rastras, se trataba de ver el que más distancia recorría al cabo de dos minutos. El ganador, un percherón llamado 'Corcho'.

El promotor incide en que el objetivo es extender este tipo de pruebas a otras zonas «para dar visibilidad» a cómo eran los trabajos en el campo cuando la maquinaria actual no existía. Y apostilla que se trata de ver un espectáculo que recupera tradiciones siempre «respetando al animal».