El anuncio de un alquiler crea una demanda de 18 contactos en diez días

La actividad está marcada por «una oferta que ha bajado y una demanda que ha subido, lo que implica que los precios también crezcan». El barómetro del alquiler elaborado por la fundación, en colaboración con la Universidad Rey Juan Carlos, traduce esta teoría a lo que el analista llama «la presión» que ejercen quienes optan por un arrendamiento sobre el parque inmobiliario disponible en un determinado lugar.

La fórmula que utiliza para calcular este baremo consiste en contabilizar la media de contactos que recibe una vivienda en alquiler al cabo de diez días desde que se da a conocer que busca inquilinos. En Segovia, la medición de esa magnitud da 18. Es decir, aclara Cardona, el propietario particular o la agencia que ofrece una casa para ser arrendada concitan el interés de dieciocho contactos en las diez jornadas posteriores al anuncio del alquiler. «Cuando describimos la situación actual del mercado, es habitual hablar de una demanda cada vez más elevada y una oferta escasa y menguante, un desajuste que empuja los precios al alza y que sería una de las razones que explican el problema del acceso a la vivienda», expone el especialista.

Al profundizar en los datos, Cardona subraya «las profundas diferencias entre los distintos territorios del país». Por tanto, deduce que el alquiler «es un problema que, si bien es muy preocupante en algunas provincias, no afecta por igual a todas las zonas de España».

Si se coloca la presión de Segovia frente al espejo de otros lugares, las conclusiones varían. Por ejemplo, en Castilla y León, ese empuje de la demanda se eleva por encima de la media y está en unos términos considerados «de riesgo» por la implicación que tiene en un aumento del precio, tal y como se extrae de las escalas establecidas por el barómetro. Pero en la comparación con otras zonas como Madrid, Barcelona o Valencia, esa presión se desinfla.