Vía libre municipal para la instalación de ascensores en edificios antiguos

La nueva ordenanza sobre accesibilidad y ascensores contó con el favor casi unánime de la corporación en la votación de este viernes. Solo Ciudadanos optó por la abstención al considerarla insuficiente, como justificó el concejal del partido naranja, Juan Manuel Alcalde. El resto de fuerzas políticas aceptó la regulación municipal que «cubre un vacío que existía en la rehabilitación y accesibilidad en edificios que no podían incluir medios de eliminación de barreras», expuso el portavoz del equipo de gobierno socialista, Alfonso Reguera.

Así, la ordenanza facilita la instalación de ascensores en viviendas que por su antigüedad o características no cumplían con los requisitos legales a los que atiende el código técnico de edificación. Muchos de esos inmuebles ya existentes están incluidos en el Plan Especial de Áreas Históricas y otro abundante parque de casas se localiza en distintas zonas de la ciudad. Son construcciones de las décadas de 1950 o 1960. El objetivo de esta medida está enfocado a que estos edificios pueda acceder al informe de evaluación de accesibilidad y no discriminación de las personas con discapacidad, que deben tener antes de 2020.

Según explicó el portavoz del grupo del PSOE y también concejal delegado de Urbanismo, la ordenanza facilita la instalación de ascensores en el interior de los inmuebles, en el patio interior, en el exterior sobre el espacio libre de manzana o bien sobre la propia vía pública. Alfonso Reguera recuerda que en la capital segoviana hay 28.875 viviendas, de las que 9.945 deberán realizar el informe de evaluación, aunque son 15.035 las que carecen de ascensor y de ellas 14.675 se consideran no accesibles.

Ciudadanos precisó su rechazo en que el texto es mejorable y «olvida la accesibilidad mediante la instalación, por ejemplo, de rampas para mujeres embarazadas o carritos de niños». Juan Alcalde confió en que el próximo documento sea «más completo». El PP y UPyD sí respaldaron la ordenanza, ya que, entre otras ventajas, proporciona «una flexibilidad muy valiosa en los edificios que tienen distintos tipos de protección», razonó la portavoz popular, Raquel Fernández.