Un sencillo acto en La Alberca rifa el marrano de San Antón

En esta ocasión, no hubo una gran afluencia de público ni una gran fiesta, pero La Alberca no faltó a su cita con la tradición y volvió a celebrar la rifa del marrano de San Antón.

Las restricciones por la pandemia impidieron que la Plaza Mayor congregara en la mañana de ayer a un gran número de vecinos y turistas para ver quién era el afortunado; tan solo unas decenas de vecinos con mascarillas y guardando las distancias de seguridad se dieron cita en un acto sencillo y corto, en el que la mano inocente de una niña sacó la papeleta premiada de una urna y el alcalde de la villa dio lectura al número premiado, el 1.501. No hubo nada más, ni bailes tradicionales, ni discursos, ni degustación, ni la participación de algún personaje famoso, pero el objetivo se cumplió.

Este año se han vendido 980 papeletas, una cifra bastante menor que en anteriores ediciones, algo en lo que tiene que ver la baja afluencia de visitantes que ha tenido La Alberca. La recaudación, como siempre, tiene un destino solidario, en esta ocasión, para ayudar a las familias más necesitadas de la villa.

Desde que fue bendecido el pasado mes de junio, el marrano de San Antón ha recorrido las calles de La Alberca, como manda la tradición, para ganar peso hasta la esperada rifa de este 17 de enero, día San Antón.