Desazón en San Esteban de la Sierra por la quema intencionada de un olivo centenario

Indignación, pero sobre todo, malestar y tristeza en los vecinos de San Esteban de la Sierra tras la quema intencionada durante la madrugada de ayer de uno de sus olivos centenarios; un hecho incomprensible con uno de los más de 60 árboles que se encuentran en el entorno de la carretera que une esta localidad con Los Santos (DSA-241), cuyas obras de mejora crearon polémica, porque afectaban a los mismos, aunque ya se respiraba cierta tranquilidad.

Desde el Ayuntamiento de San Esteban de la Sierra se lamentó «profundamente el desacertado hecho» y tras conocerlo, lo denunció ante la Guardia Civil y el Seprona para que se investigar de manera «urgente» lo sucedido. Los agentes se acercaron durante la mañana de ayer al lugar.

El olivo fue pasto de las llamas por un fuego «provocado», tal y como confirmó el alcalde de San Esteban de la Sierra, Antonio Agustín Labrador, y la Guardia Civil se encuentra investigando lo ocurrido. Además quiso hacer hincapié en que el autor o autores accedieron al lugar «ilegalmente», ya que la zona está vallada y cortada por las obras que se están realizando actualmente en la carretera.

El Ayuntamiento «está disgustado», afirmó Labrador, porque se intentó «la conservación del máximo número de olivos posible» con las obras de la carretera y «ahora alguien parece que quiere crear guerras entre los habitantes». Y es que el proyecto de reforma de la carretera, dependiente de la Diputación de Salamanca, llevó a un enfrentamiento entre el Ayuntamiento de San Esteban y la Plataforma ciudadana en defensa de los olivos y paredes de piedra seca, creada a raíz de dichas obras. «El Ayuntamiento medió entre la Diputación y la plataforma para que hubiera un equilibrio entre contar con una carretera coherente y conservar el máximo número posible de árboles», explicó Labrador. Ahora, añadió, «alguien ha actuado con mala fe», aunque no cree que este hecho genere ningún conflicto, porque «hay un responsable; y, si hay un criminal, que se juzgue al criminal», sentenció.

Precisamente es en la Plataforma en defensa de los olivos y paredes de piedra seca donde ha creado mayor tristeza la quema de este olivo centenario. Una agrupación creada en el verano de 2019, a raíz del proyecto de mejora de esa carretera, «para salvar los olivos centenarios y las paredes de piedra seca», que son «patrimonio, paisaje, vida» para el pueblo, y que consideró «compatible mejorar la carretera con su conservación», recuerda Josefa Martín, miembro de la plataforma.

Tras «un 'toma y daca' durante un tiempo» entre Plataforma, Ayuntamiento y Diputación por un tipo de asuntos que «siempre generan divisiones entre la gente» del pueblo, ahora «todo estaba tranquilo»; hasta que en la madrugada de ayer, añade Martín, «en torno a las tres o cuatro, las personas que salían a trabajar a Guijuelo vieron que uno de los olivos estaba ardiendo».

«Qué interés puede tener alguien en hacer esa barbarie que no tiene calificativos», se pregunta Josefa Martín, que alude además en que el autor o autores «aparte de lo que supone moralmente esta acción», ha cometido «muchas ilegalidades», como la de acceder a una zona en la que no se podía y «además saltarse el toque de queda».

Es «un hecho cometido por gente sin ningún escrúpulo», por un lado, es «triste, pero por otro, irracional», porque «ese olivo, qué perjuicio provocaba; forma parte de nuestra cultura y economía» y «convertimos un patrimonio en ceniza». La plataforma va a esperar al desarrollo de las investigaciones, pero «hay desazón; habrá que saber quién es el irracional que hace este tipo de barbaridades y que no quede impune, pero en el fondo, esto no tiene marcha atrás, el olivo no se puede recuperar» y «la tristeza, el daño, no es reparable».