Los jóvenes de Monleras visualizan un futuro ligado al mundo rural

La cooperación vecinal, el trabajo colectivo y el voluntariado son tres de las señas identitarias de Monleras y, una vez más, los vecinos han vuelto a poner de manifiesto estas características.

Así, un grupo de jóvenes monlerenses, con edades comprendidas entre los 14 y los 20 años, han tomado el relevo generacional en estos aspectos colaborando con un proyecto del artista Fernando Sánchez Blanco quien, anteriormente, ya había desarrollado en el municipio otro proyecto hace diez años que, bajo el nombre de Árboles Rojos, consistió en una intervención paisajística que sirvió para «señalizar la zona de recuperación medioambiental y conmemorar los premios recibidos por esas actuaciones», tal y como señala Juan Jesús Delgado, concejal de Cultura de Monleras.

En aquella ocasión, Sánchez Blanco, «quiso desnudar estéticamente la obra para visibilizar la fuerza y determinación de estas personas por construir un futuro sostenible para su pueblo», y lo hizo colocando cinco troncos procedentes de un derribo que sirvieron, desde entonces, de «símbolo de recuperación y revitalización de valores tradicionales, muchas veces desdeñados. El gran círculo megalítico formado por bloques de granito es el compromiso y el empeño por lograr ese futuro».

Diez años después de aquella obra que «ha ido envejeciendo junto a las personas que lo hicieron posible», el artista ha vuelto a encontrarse con la colaboración de los monlerenses para desarrollar el proyecto Ramas en los árboles rojos, una pieza que «regenera vínculos y compromisos, en este caso con los más jóvenes», tal y como señala el edil.

«Si antes fue la fuerza ahora es la orientación para no perder la dirección», explica Delgado sobre esta obra que se perfila como un tótem con cuatro caballos que marcan los puntos cardinales «a modo de rosa de los vientos» y con un suelo de pizarra negra y cuarcita blanca «que quiere asemejar una constelación de estrellas que son los sueños que surgen al contemplar la infinitud de un cielo nocturno sin límites».

Una nueva intervención que, sin embargo, no será la última ya que se prevé que «en la siguiente fase los árboles serán envueltos por filigranas de espirales realizadas en forja de las que surgirán los nuevos brotes y ramas que identificarán a esta generación de jóvenes, dignos hijos de Monleras».

Tal y como señala el concejal, esta iniciativa cuenta con la colaboración de Escuelas Campesinas de Salamanca, una asociación cultural que trabaja por defender la vida en los pueblos y el futuro del mundo rural, desde un compromiso con la gente y con el territorio. «Un reto importante, en este contexto de despoblación y menosprecio de lo rural que impide ver alternativas de vida en los pueblos, es incentivar en los jóvenes el arraigo en la tierra, despertar en ellos la conciencia de pertenencia a un mundo que ofrece otras posibilidades y valores para el desarrollo como personas, acompañarlos en su formación y apoyar sus propias iniciativas que les ayuden a lograr la inserción social y laboral a la que aspiran», señala Juan Jesús Delgado, quien explica que la intervención comunitaria en el círculo de árboles rojos responde a este planteamiento educativo y se inscribe en el proyecto denominado Jóvenes en el Noroeste salmantino: buscando el futuro en la tierra, añadiendo que «sin duda alguna, los participantes han recibido un estímulo para proyectar sus sueños de futuro mirando al mundo rural».