Las diputaciones tachan de «canto al sol» y electoralista la propuesta de Ciudadanos

No tardaron en producirse las reacciones. La condición por parte de Ciudadanos de suprimir las diputaciones para dar su visto bueno al acuerdo con el Partido Socialista levantó en armas a los presidentes de las instituciones provinciales en Castilla y León, e incluso dejó algún verso suelto en las filas socialistas, contrarios a la decisión de eliminar la labor de mediación que realizan las diputaciones. Solo el presidente de la Diputación de Salamanca, Javier Iglesias, no se pronunció sobre las conversaciones entre Pedro Sánchez y Albert Rivera, aunque sí lo hará en la mañana de hoy en rueda de prensa.

Uno de los primeros en salir a la palestra a responder fue el presidente de la Diputación de Valladolid, Jesús Julio Carnero, quien no dudó en defender la labor de las instituciones provinciales. A su juicio, todo esto suena a precampaña electoral y recordó que el ganador de los comicios fue el PP, que defiende el mantenimiento de estas instituciones.

Carnero destacó ante el acuerdo entre los socialistas y la formación naranja que «la aritmética no sale para ejecutar una reforma de este calado», ya que entre amabas organizaciones solo suman 130 de los 350 diputados en el Congreso. «Yo no me perdí el programa de cifras y letras en el que se aprendía a sumar», ironizó.

Jesús Julio Carnero recordó que las diputaciones cuentan con 200 años de historia en España, el mismo periodo que el constitucionalismo, y destacó que siempre han sorbrevivido a diferentes «vaivenes». Al respecto, citó dictaduras, repúblicas y etapas democráticas en las que las diputaciones han superado dificultades y confió en que también lo harán ahora en este nuevo «embotamiento».

El presidente de la Diputación de Valladolid se refirió a aquellas cuestiones que unen a los españoles y no a las diferencias que les separan, y recalcó que las instituciones provinciales son necesarias para los ciudadanos del medio rural tanto de Castilla y León, como de Castilla-La Mancha o de Andalucíoa.

El dirigente del PP precisó que las diputaciones prestan servicios a 15 millones de habitantes que viven en los pueblos de España, así como asistencia técnica y asesoramiento a los municipios, porque su trabajo lo realizan «concejales para concejales», concluyó.

Mientras tanto, el presidente de la Diputación de León, Juan Martínez Majo, se unió en su defensa apuntando que es la entidad «más cercana» tanto a los ayuntamientos como a los pueblos de la provincia, aunque consideró que «el significado es el mismo» en todo el territorio nacional.

Majo, que ayer visitó las localidades de Santa Cristina de Valmadrigal, Grajal de Campos, el Burgo Ranero y Calzadilla de los Hermanillos, en el sureste de la provincia de León, instó a «acercarse y ver la realidad» de los pueblos para darse cuenta de que la atención a las necesidades de sus vecinos «no se hace desde grandes despachos en Madrid y muchísimo menos con frases elocuentes».

Martínez Majo lamentó que se esté poniendo en duda el papel de las diputaciones, algo que atribuyó al desconocimiento de la realidad. «Lo mejor es que se acerquen, que pateen las calles de los pueblos y que se den cuenta de que esto es la cercanía y la proximidad», aseguró. En su visita explicó que ha tenido la ocasión de recibir las reivindicaciones por parte de los vecinos de algunas de sus principales necesidades, algunas incluso fuera de las competencias de la institución provincial. «Pero nosotros colaboramos e impulsamos para que sean una realidad», sentenció.

España no es solo Madrid

Por su parte, la presidenta de la Diputación de Zamora, Mayte Martín, calificó de «irresponsable» la propuesta de Ciudadanos incluida en un eventual pacto con el Partido Socialista. «No deja de ser otro brindis al sol. Es una ocurrencia más que evidencia un desconocimiento total de la realidad social de nuestro país», aseguró, en declaraciones a la agencia Ical. «España no sólo es Madrid, Barcelona y Valencia. La inmensa mayoría de las provincias tienen una realidad rural que no puede quedar desamparada, como quedaría en caso de desaparecer las diputaciones. Si no existieran, habría que inventarlas», añadió.

En este contexto, Martín Pozo recalcó que eliminar las instituciones provinciales «sería hacer que hubiera ciudadanos de primera y de segunda» y apostilló: «Hay que insistir en que los habitantes de los pueblos tienen los mismos derechos que los que viven en los grandes núcleos de población».

Igualmente, la presidenta de la Diputación de Zamora planteó, en el supuesto de que desaparecieran las diputaciones, «quién llevaría los servicios sociales, solucionaría los problemas de abastecimiento de agua o arreglaría las carreteras que llevan a pueblos donde viven quince personas» y tildó de «irresponsable» la actitud de Ciudadanos al utilizar esa baza en las negociaciones con el PSOE. «Puede quedar muy bien para su electorado pero no es de recibo. Me gustaría que Albert Rivera viniera y explicara personalmente a cualquier habitante de un pueblo pequeño que quiere quitar las diputaciones», indicó.

En Segovia se manifestaron en la misma línea llegando a asegurar que Albert Rivera quiere «convertir en ciudadanos de segunda clase a los que viven en el medio rural». Para el portavoz de la institución provincial, José Luis Sanz Merino, la propuesta lanzada por Ciudadanos de eliminar las diputaciones «es un error mayúsculo propio de quien desconoce la realidad de sobre todo Castilla y León».

Sanz Merino apuntó que Rivera «probablemente tenga su atalaya puesta en Cataluña y allí las cosas sean de otra forma». «Es el problema de cuando uno tiene puesto el punto de vista en un lado nada más», añadió el portavoz de la Diputación de Segovia, que calificó además como «muy desafortunado» que Ciudadanos plantee la existencia de las diputaciones como «moneda de cambio» para alcanzar un pacto de gobierno con el PSOE. «Estamos seguros de que el PSOE se va a oponer», señaló, al mismo tiempo que subrayó que las diputaciones son «un instrumento contrastado desde la Constitución de 1812 para garantizar los servicios a los ciudadanos vivan donde vivan». «Son esenciales y son un instrumento de equidad entre los ciudadanos que viven en las ciudades y los que viven en el medio rural», abundó.

Sanz Merino insistió en criticar la postura de Ciudadanos -«parece que sólo les preocupa la gente del medio urbano»- y remachó que «los que no viven en las ciudades también tienen derechos y merecen las mismas oportunidades».

Invitación

En Palencia, la presidenta de la Diputación, Ángeles Armisén, invitó al presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, a «vivir durante un mes» en un municipio palentino o de Castilla y León y conocer de primera mano la labor que realizan allí las instituciones provinciales.

A su juicio, y aunque consideró que la propuesta de Cs es «coherente» con su programa, sostuvo que la supresión de las diputaciones significaría «abandonar al medio rural a su suerte», ya que las decisiones «sólo se tomarían de forma centralizada en Valladolid, con un territorio más grande que Portugal».

El presidente de la institución provincial de Soria, Luis Rey, por su parte, califica de error la condición de Ciudadanos para conformar Gobierno de suprimir las diputaciones porque «los servicios que se prestan a los municipios pequeños quedarían en el aire, sería un ataque a la pervivencia del medio rural», señaló, según informa Isabel G. Villarroel. Advirtió que en territorio grandes quizás las instituciones provinciales no tengan tanto sentido pero en provincias pequeñas como Soria, con 90.000 habitantes y nueve habitantes por kilómetro cuadrado, una de las regiones más despobladas de toda Europa, «se hacen imprescindibles para hacer llegar lo servicios hasta el municipio más pequeño y hasta el último vecino de cualquier rincón de Soria».

La Diputación de Soria presta servicio de recogida de basura, de potabilización de agua, asistencia a municipios, y asistencia cultural y social, recoró Rey, aclarando que «tampoco una hipotética distribución de los servicios mediante mancomunidades sería más eficiente que la Diputación, así que no sé cómo Ciudadanos se plantea organizar los servicios en el medio rural, quién y de qué manera prestarlos». Precisamente Luis Rey se ha estrenado en el gobierno de la Diputación gracias al pacto de abstención firmado con Ciudadanos Soria.