Rafael Fernández Pita, durante su conferencia en la Facultad de Derecho.

El cónsul español en Rabat reconoce que en las oleadas de refugiados «hay de todo»

Rafael Fernández Pita precisa que el aluvión de solicitantes de asilo que deambula por los países de la UEse entremezcla con la inmigración ilegal

Ricardo Rábade

Martes, 17 de noviembre 2015, 11:51

El dramático éxodo de millares de refugiados, principalmente sirios pero también de otras nacionalidades, como afganos y eritreos, condicionó ayer las profundas reflexiones del actual cónsul general de España en Marruecos y exdirector general de Justicia y Asuntos de Interior de la Secretaría General del Consejo de Europa, Rafael Fernández Pita, durante la conferencia que pronunció en la Facultad de Derecho. La intervención del diplomático constituyó, en realidad, la primera conferencia del ciclo monográfico sobre la respuesta de la Unión Europea frente a la crisis de los refugiados, que se desarrolla hasta mañana bajo la organización del Máster en Estudios de la Unión Europea.

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Fernández Pito puntualizó que «hay de todo» y «llegan todo tipo de personas» entre las oleadas de refugiados sirios que desembarcan en las costas de Turquía y Grecia, atraviesan la región de las Balcanes a través de Serbia, Croacia y Eslovenia y se adentran en Hungría, con el objetivo final de asentarse y ser admitidos en Alemania y en los países nórdicos. Esta multitudinaria avalancha de refugiados engloba desde «los refugiados solicitantes de asilo» hasta los inmigrantes irregulares. Por ello, «las masas de personas» que se desplazan por Europa a lo largo de las últimas semanas «de forma irregular y sin control» constituyen «un fenómeno muy peligroso», dado que junto a los refugiados que huyen de los conflictos bélicos hay inmigrantes que quieren penetrar en la Unión Europea de forma irregular. Fernández Pita reivindicó las soluciones que arbitró España para hacer frente a las pateras de inmigrantes que desembarcaban en el sur de la Península y en las Islas Canarias, catalogándolas como «un modelo que ha funcionado».

El cónsul general de España en Marruecos ahondó en sus críticas reflexiones sobre el alarmante fenómeno de la inmigración ilegal y fue tajante al aseverar que dicha inmigración se ha convertido, en realidad, «en una agencia de viajes con ánimo de lucro». Fernández Pita reivindicó, frente a todo ello, los recientes acuerdos adoptados en la cumbre europea celebrada en La Valleta (Malta), que inciden en la importancia de contribuir y respaldar al retorno de los inmigrantes irregulares a sus naciones de origen, apostando al mismo tiempo por las inyecciones presupuestarias en sus frágiles economías para contribuir a su desarrollo.

«El retorno a los países de origen es una cuestión clave», especificó el diplomático español, quien destacó en términos positivos, durante sus disquisiciones ante los estudiantes del máster, la senda encauzada por el Gobierno español, que decidió incentivar económicamente al inmigrante en situación legal que estaba en paro para poder regresar a su país y poder iniciar una nueva periplo vital y laboral.

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