Juzbado se convierte en el epicentro de la mejor poesía iberoamericana actual

Un sol espléndido y una temperatura totalmente primaveral recibieron ayer a más de un centenar de personas, entre vecinos y visitantes, que se acercaron hasta la localidad de Juzbado para acudir a la celebración del VIIIEncuentro Poético, una jornada que marca el punto álgido del proyecto Libro Abierto con el que el Ayuntamiento ha conseguido llevar hasta la pequeña localidad salmantina a algunos de los mejores poetas españoles y latinoamericanos, que han dejado sus obras plasmadas en placas de bronce colocadas en piedras y paredes a lo largo de todo el municipio.

Ayer fue el turno del leonés AntonioGamoneda y el chileno Raúl Zurita, quienes mostraron una gran compenetración e hicieron disfrutar al público con su talento, no solo para la poesía, sino también para el discurso.

Ambos fueron presentados por el alcalde de Juzbado, Fernando Rubio, quien en el acto inaugural celebrado en la plaza de la Iglesia destacó que Libro Abierto «es un proyecto de desarrollo y cultural que va más allá y que tiene como objetivo mostrar algo bello, hecho por gente que lo hace muy bien, por los mejores, y acercarlo a quien nunca se ha acercado a la poesía o incluso a la literatura en general».

«Con Libro Abierto queremos dejar algo para el futuro y, a la vez, colocar a Juzbado como una referencia de la poesía actual», señalaba el primer edil, quien dio paso a los dos poetas, asegurando de Antonio Gamoneda que «es un amigo del proyecto y cada vez su obra es mejor», mientras que a RaúlZurita lo tachó de «indescriptible», añadiendo que «es un orgullo tenerlo aquí».

Amistad

A continuación tomó el micrófono, con algunos problemas técnicos pero que no impidieron oír la potente voz del poeta, AntonioGamoneda, quien ya ha estado en estos encuentros en varias ocasiones y que señaló que «estoy aquí por triple amistad, sin orden de prelación».

Esta triple amistad, señaló el leonés, es, por una parte, «con Fernando», el alcalde; por otra con «Juzbado y su gente, un conjunto de casas donde vivir que ha sido favorecido por la naturaleza hermosa y que cuenta con un Libro Abierto, cuyas páginas no se pasan para olvidarlas, sino que se quedan abiertas para disfrutarlas».

Por último, aseguró Gamoneda, «vengo emocionado con mi amigo transatlántico y hermano en no se sabe qué espacio», en referencia a Zurita, señalando que «nos habíamos encontrado antes de conocernos, no sé en qué circunstancia, pero nos habíamos encontrado y es un orgullo estar de telonero de Zurita en esta ocasión, del joven maestro».

Por su parte, el chileno aseguró que «vivimos en un mundo tan feroz, con tantas desgracias y bombardeos, que juntarse en torno al arte es importante, y no solo eso, sino el hacer que la propia vida sea una obra de arte», refiriéndose al propio proyecto Libro Abierto que lo llevó hasta Juzbado en su tour que estos días está realizando por España.

Respecto al anfitrión, el alcalde, señaló que «haberlo conocido es una de las cosas buenas que me han pasado en los últimos tiempos», mientras que de su compañero de profesión, Gamoneda, aseguró que «es un continente en la voz y en la poesía y compartir este acto con él es más que un honor, es una alegría y un placer». «Espero volver si el buen Dios lo dispone así», finalizó el chileno en su primera toma de contacto con el público de Juzbado.

Tras los saludos iniciales, se dio paso a un paseo por las calles de la localidad, descubriendo a su paso las tres nuevas placas inauguradas con motivo de este encuentro y leyendo los autores de los poemas sus propias obras.

En esta ocasión, Raúl Zurita inauguró dos placas con sendos poemas de su bibliografía: Guárdame en ti y Cielo abajo, dos títulos elegidos por los responsables del proyecto y, cuya selección, fue un misterio para el propio autor hasta el mismo momento de descubrirlos. De hecho, la elección del último, que está situado en la zona de la Peña del Castillo epicentro de todo el proyecto junto al banco en el que se puede leer el clásico poema La cabrita de Miguel Hernández, emocionó al propio Zurita, quien agradeció al alcalde el hecho de que se hubiese elegido este poema para quedar para la posteridad anclado en las rocas de Juzbado.

Por su parte, AntonioGamoneda leyó un poema sin título incluido en su Libro del frío, que se unió al resto que el leonés tiene distribuidos por el municipio. De hecho, el poeta aseguró que no se esperaba que, en esta ocasión, él volviera a inaugurar una placa.

Lectura poética

En la zona de la Peña del Castillo, tras inaugurar y leer el segundo poema de Zurita y tener un recuerdo para el recientemente desaparecido poeta Félix Grande, quien dejó en Juzbado su huella con el poema Nanas de la metralla en el que intentaba explicar a su hija los atentados contra los Abogados de Atocha se dio paso a la lectura poética.

Normalmente, dicha lectura se traslada hasta un salón del Ayuntamiento de Juzbado, sin embargo, Raúl Zurita empezó a dejar caer de su garganta los versos de Canto a su amor desaparecido, un libropoema que se editó por primera vez en Chile en 1985 y que acaba de salir editado (hace apenas un mes) en España gracias al trabajo de Fabio de la Flor, el editor de Zurita aquí.

El silencio se hizo entre el público mientras los versos salían con fuerza de la boca de Raúl Zurita, narrando una historia de torturas y desapariciones, probablemente inspirada en la dictadura chilena que el autor sufrió en sus propias carnes, siendo torturado por su ideología política, algo que, según aseguró en conversaciones con este periódico, ha marcado mucho su obra.

Una oda a la vida y a la muerte, a la revolución de las ideas y a su América Latina, y a su Chile, y a todo lo que ha conformado su vida y su obra, llevándole a lo largo de su trayectoria a experimentar con todo tipo de materiales, incluido su propio cuerpo, para expresar sus ideas.

Los versos de Zurita se apagarn, bajo las ramas de un almendro en flor, y el público volvió del letargo en el que se había sumergido, abriendo los ojos (en muchos casos cerrados, quizá para no ver la dureza de la historia que narraba, quizá para poder conectar más aún con ella) rompiendo el silencio con un emotivo aplauso, tras el que todos quisieron mostrar su agradecimiento al chileno «el joven maestro», como insistía Gamoneda por la belleza de ese momento, con la puesta de sol dejando ver los últimos rayos del astro rey.

A continuación, tras volver al protocolo marcado, la actividad se trasladó al salón de actos del Ayuntamiento de Juzbado, donde dio comienzo el recital de poesía, abierto por Antonio Gamoneda, quien quiso volver a traer a Juzbado a su amigo y paisano Juan Carlos Mestre, poeta, grabador y ensayista que ya dejó su obra en Juzbado en otras ocasiones.

El silencio volvió a tomar la sala, bajo la potente voz de Gamoneda, quien amenazó con «volver» en próximas ediciones de este encuentro poético. Los versos ocuparon todo el espacio, mientras que el público, mayores y pequeños, disfrutaban de cada una de las palabras que salían de la boca de los invitados.

Al finalizar, los que quisieron se acercaron con los libros de ambos autores (traídos desde casa o adquiridos allí mismo) para que éstos dejaran su rúbrica, una muestra más, también eterna, del paso de ambos por Juzbado que, una vez más, se convirtió en el epicentro de la mejor poesía iberoamericana actual.