Toni Villa y Anuar, a la derecha de la foto, posan junto a los también canteranos Fresneda y Víctor Narro en la celebración del ascenso con la afición. FOTO: REAL VALLADOLID
Fútbol

Toni Villa y Anuar, ejemplo de los valores de la cantera del Real Valladolid en el regreso a Primera

Coinciden desde 2010 en la residencia de jóvenes jugadores del club, y doce años después volverán a reivindicar el papel de los futbolistas de la casa en la elite

Lunes, 13 de junio 2022, 00:52

Toni Villa y Anuar Mohamed Tuhami comparten muchas experiencias a sus 27 años de edad. Llegaron muy jóvenes a la cantera del Real Valladolid en ... la que han ido quemando etapas hasta llegar a celebrar dos ascensos a Primera, la última hace unos días. Ambos son el espejo en el que pueden y deben mirarse los jóvenes que ahora visten en las categorías inferiores la elástica blanquivioleta porque son la confirmación de que a veces -pocas- se puede alcanzar el éxito de llegar a la elite del fútbol profesional con la misma camiseta que se vestía de crío.

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El interior murciano y el medio ceutí formarán parte de la plantilla de Pacheta en la campaña 22-23: será la tercera experiencia de Anuar en Primera (ya jugó en las campañas 18-19 y 19-20) y la cuarta de Toni (añade a las dos de su compañero la 20-21 en la que el ceutí probó fortuna fuera de España).

«Se viene una temporada apasionante en Primera División con el Real Valladolid y no hay una cosa mejor que defender mi camiseta de toda la vida. No hay mayor reto y como siempre he dicho: la sangre blanquivioleta corre por mis venas», señalaba Anuar la pasada semana en una entrevista para la televisión ceutí Faro TV para explicar qué siente ante la opción de volver a jugar para el club en Primera.

Ambos aterrizaron en la Residencia de Jóvenes Jugadores del Real Valladolid muy jóvenes, se conocieron en 2010 -apenas se sacan cinco días de diferencia porque el murciano nació el 7 de enero del 95 y el ceutí el 15- y hasta compartieron habitación. También tuvieron que curtirse lejos de Zorrilla para ganar experiencia (Anuar en el Panathinaikos griego en la 2019-20 y en el Apoel Nicosia chipriota en la 2020-21, mientras que Toni fue más cerca, en la Cultural en la 2016-17).

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Esta temporada han tenido diferente peso para Pacheta. Mientras el interior lorquí ha sido titular casi indiscutible jugando 37 jornadas y 29 de ellas como titular viendo puerta en 5 ocasiones, el polivalente ceutí ha contado con un papel de revulsivo pero constante actuando en 34 jornadas, solo cinco de ellas desde el primer minuto en el terreno de juego para marcar 3 tantos en el tramo final de la competición.

Cabe preguntarse las razones por las que de entre la gran cantidad y variedad de jugadores de calidad que hay en la cantera del Valladolid, por qué Anuar y Toni han terminado llegando y consolidándose en el primer equipo. Así, algunos formadores que han tenido en el club pucelano han querido arrojar luz al respecto.

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«Sobre todo porque tienen mucho sentimiento por el club y son chavales muy normales, tanto en comportamiento como en disciplina. Nunca han dado un problema», relata Juan Carlos Alonso, que fue delegado del cadete en el que coincidieron los dos jugadores. «Anuar nunca se dejó comer la 'tostada' por ningún compañero y a pesar de la zona en la que juega no ha tenido casi expulsiones. Recuerdo un partido fuera de casa que intentaron sacarle de sus casillas de todas las formas posibles y él solo señalaba el escudo del Real Valladolid pero nunca entró al trapo», añade Alonso, que confiesa sobre Toni que «siempre ha sido un poco el niño bonito de la cantera tanto por su forma de jugar y por lo buen chaval que es. Cuando jugó por vez primera en el Bernabéu me mandó un mensaje de agradecimiento por 'ayudarle a crecer' y eso dice mucho de él, que se acuerde de personas que ha tenido en el camino».

A sus órdenes los tuvo en el División de Honor un histórico exjugador del Real Valladolid como Luis Miguel Gail. «Sí, tuve dos años a Anuar y uno a Toni. A Anuar no lo conocía, pasaba del cadete al juvenil, le vi entrenar unos días y ya no bajó al juvenil B y se quedó con nosotros», recuerda. «Siendo su primer año destaco sin duda su gran personalidad, tiene una gran fortaleza pero también mantenía el balón como el jugador juvenil de último año. Ya fue titular ese primer año», analiza el también exjugador del Real Betis. Sobre el lorquí, Gail afirma que «le vi los partidos en el B y sabía que al siguiente tendría hueco con los grandes. Lo primero que me llamó la atención fue su extraordinario regate. Tuve muchas conversaciones con él, también en el aspecto defensivo en el que debía mejorar».

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Gail, que debutó con el Real Valladolid con apenas 16 años ante el Zaragoza y actuó nueve temporadas en el club pucelano y cinco en el Real Betis, tiene claro que Anuar y Toni Villa han llegado a consolidarse en el primer equipo «por sus condiciones. Yo siempre he optado por dar la oportunidad a los jóvenes jugadores pero no por la edad, sino por lo que veía de ellos. Sí que les veía condiciones para jugar en Primera División, pero es una categoría muy particular porque con esfuerzo y condiciones puedes llegar a Segunda, pero para Primera hay que tener talento y luego saber desarrollarlo. Los dos aportan al equipo lo que saben hacer, que eso es muy importante para un jugador».

También los tuvo a sus órdenes una temporada en el cadete A el técnico Mariano Gutiérrez, que casi calca sus impresiones, una constante en la carrera de Toni y Anuar. «Desde que Anuar llegó a la Residencia ya tenía pinta de que podía llegar; por el recorrido, la energía... ya daba la sensación de que era un jugador diferente. Eso le venía de serie», esgrime el preparador, que al respecto de Toni recuerda que «llegó de la mano de Javi Torres. Era muy endeble, pequeñito, delgadito... pero muy habilidoso con una gran capacidad para el desborde y el regate. Ese año le costó mucho disparar a puerta porque no tenía fuerza pero con el paso de los años con los preparadores físicos ha evolucionado ese aspecto y ha seguido manteniendo el de la creatividad».

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La generación del 95

Ambos pertenecen a esa generación del 95 de la que también salió el central vallisoletano Calero, que luego se marchó al Espanyol. «El de hace unos días es su segundo ascenso a Primera y verlos ahí te llena de orgullo. Cuando estás en una cantera así como la del Valladolid trabajas para que acaben llegando algunos al primer equipo y de esa generación lo hicieron tres. Creo recordar que el anterior había sido Sergio Asenjo y de eso ya habían pasado años», apunta.

Para Mariano, que estos jugadores sí hayan llegado y no otros, depende «como todo en el fútbol de un poco de suerte, de un entrenador que decida apostar por ti, que no es fácil, y luego en concreto de estos dos jugadores, de su mentalidad y constancia. Anuar y Toni tienen la cabeza muy bien amueblada, no se han distraído en sus carreras con todo lo que rodea al fútbol. Y aquí si no te aíslas, tienes más que perder. Pero destaco eso, la constancia y capacidad mental, con la voluntad de querer hacer un camino propio en el fútbol».

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