El retorno soñado por la afición blanquivioleta

El reinicio soñado por la afición del Real Valladolid, que celebró en la distancia una victoria que acerca más a la soñada permanencia. Alegría en Pucela por un triunfo frente a un rival directo, aunque tocó sufrir al final.

El nuevo fútbol o la nueva realidad balompédica no gusta ala aficionado. Gradas vacías y voces de lata que no hacen olvidar que este deporte ha perdido su salsa, el público coreando a los suyos o buscando el desánimo del rival.

Por ello, los seguidores blanquivioletas han buscando soluciones para llevar la grada de los estadios al salón de su casa o a la terraza de su bar favorito. Sin duda, la más llamativa en esta primera jornada después de la llegada de la pandemia a nuestras vidas fue la que se organizó en La Fundición, establecimiento situado en la carretera de Salamanca en el que se concentraron nada menos que cuatrocientos seguidores del Pucela. Eso sí, en este evento, en el que ha colaborado la Federación de Peñas de Real Valladolid, contaron con todas las medidas exigidas por los protocolos sanitarios. El jueves estaba toda ya reservado.

José Antonio Pérez, presidente de la Federación de Peñas, considera que el fútbol sin afición en las gradas de los estadios es «rarísimo. No queríamos llegar a esto, pero no queda otra que apoyar al equipo en los once partidos que resta de temporada para que consiga la permanencia». En cada uno de los partidos, mientras no se pueda acudir al estadio, organizarán este encuentro de seguidores en La Fundición.

Los Tiburones del Pisuerga se juntaron en el Café Julepe para ver el partido. Su presidente, Alberto Pérez, reconoce que este es el fútbol que «no nos gusta. Es como si vas a un discoteca y no hay música».

Asun Mediavilla, de la Peña Mendilibar, opina parecido: «El fútbol sin aficionados es como un entrenamiento».