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El Real Valladolid resucita a lo grande ante el Barça
El equipo de Pezzolano tumba con autoridad al campeón de Liga y se aferra con fuerza a la permanencia en Primera División
Y la épica volvió a Zorrilla. A lo grande. El Real Valladolid de Pezzolano resucitó de manera brillante en casa, dijo adiós a la penosa ... racha de cinco derrotas seguidas y sumó tres puntos valiosísimos ante el FCBarcelona. Después de días de mucha zozobra y pesimismo, el 3-1 ante el actual campeón de Liga insufla oxígeno en cantidades industriales a un Pucela que se agarra de manera rotunda a la permanencia. Hay vida, sí. Y mucha esperanza. Este equipo vuelve a mostrar sello ganador.
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Hasta siete cambios introdujo Pezzolano en la alineación inicial del Real Valladolid, todo un síntoma de la necesidad del técnico uruguayo por encontrar la piedra filosofal de la victoria después de la nefasta racha. Funcionó. Iván Fresneda y Lucas Olaza se asomaron a los laterales, el pujante Roque Mesa y Álvaro Aguado conformaron un centro del campo en el que también figuró Óscar Plano, Gonzalo Plata volvió al once y Darwin Machís, que no era titular desde la jornada vigésima segunda ante el Betis, retornó como intermitente puñal por la izquierda. En el FC Barcelona, ya de segunda resaca tras alzarse con el título liguero tres jornadas atrás, Xavi Hernández dio carrete al canterano Pablo Torre, en un centro del campo con Eric García y De Jong, secundados en la primera línea por Sergi Roberto, Christensen, Marcos Alonso y Balde. Arriba la amenaza azulgrana llevó los nombres de un activo Raphinha, y por supuesto, el 'killer' Robert Lewandowski.
Real Valladolid
Masip; Fresneda, Joaquín (David Torres m.14), Javi Sánchez, Olaza (Escudero, m.55); Óscar Plano (Kike Pérez, m.70), Roque Mesa (Monchu, m,55), Aguado; Plata, Larin y Machís (Lucas Rosa, m.70
3
-
1
FC Barcelona
Ter Stegen (Iñaki Peña, m.45); Sergi Roberto (Kessié, m.45), Christensen, Marcos Alonso, Balde; Eric García, De Jong, Gavi; Raphinha (Ferran Torres, m.62), Lewandowski y Pablo Torre (Dembélé, m.62).
-
Goles: 1-0 (m.1), Christensen en propia puerta. 2-0 (m.21), Larin, de penalti. 3-0 (m.72), Plata. 3-1 (m.83), Lewandowki.
-
Árbitro: Soto Grado (comité riojano). Amonestó a Fresneda.
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Otros datos: Estadio José Zorrilla. Trigésima sexta jornada de Primera División
El partido se puso de cara mucho más rápidamente de lo imaginado en cualquier ensoñación pucelana. Había transcurrido poco más de un minuto cuando Darwin Machís relampagueó por la banda izquierda para colocar un preciso centro que buscaba la llegada certera de Larin. Christensen quiso adelantarse para evitar el tanto, pero su despeje se convirtió en un remate de fuego amigo y el 1-0, con un autogol azulgrana, se coló en la portería de Ter Stegen, que tendrá que esperar para el récord de partidos sin encajar.
El rápido tanto a favor colocó al Real Valladolid en un escenario muy favorable, especialmente porque el FCBarcelona tampoco andaba por la labor de apretar el acelerador hasta hundir el pie. Así que el juego del ya campeón de Liga se limitó a un ritmo no especialmente rápido y sin extremar en ningún caso la seguridad defensiva. El Pucela quiso mantener las líneas juntas para minimizar riesgos y Machís volvió a asestar un par de golpes desde la izquierda para aumentar la temperatura en la caldera de Zorrilla.
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Joaquín tuvo que retirarse al cuarto de hora para dejar paso a David Torres en el eje de la zaga y el canterano guardó la viña sin muchos apuros en un partido de alto voltaje... al menos para el Real Valladolid. El partido se encarriló cuando Javi Sánchez ejecutó un pase largo que encontró a Larin, Ter Stegen salió al borde lateral del área, el canadiense vio a Plata en el área, le sirvió el balón y Eric García llegó para rebañarle la bota. Soto Grado señaló el penalti y Larin golpeó de manera magistral para batir a Ter Stegen. En poco más de 20 minutos, el Real Valladolid ya ganaba por 2-0.
El Barcelona, sin desmelenarse, llegó al área de Masip, especialmente gracias a Raphinha, muy tormentoso por la derecha, y Balde, proyectadísimo por la izquierda. El portero blanquivioleta respondió a las mil maravillas. El Pucela se aculó más de lo deseable, pero el Barça no acabó de clavar el cuchillo en una primera parte en la que jugó destensado. Todas las ocasiones visitantes en esta primera mitad o acabaron en el limbo o abortadas por un gran Masip.
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El Barcelona andaba a otras cosas y Xavi retiró a Ter Stegen, para que no peligre su trofeo Zamora, y dio entrada a Iñaki Peña en la portería. El partido transcurrió por cauces parecidos, aunque el cansancio hizo mella en el Real Valladolid. Pezzolano retiró a Roque Mesa (autor de un gran partido y vaciado en el campo) y a Olaza para refrescar al equipo con Monchu y Escudero. Las ocasiones caían del lado local:un centro de Plata que quiso puntear Larin se estrelló en el poste de Peña. Las inclusiones de Kike Pérez y Lucas Rosa llevaron a Plata a aparecer por la izquierda, mientras el Pucela desplegaba un doble lateral por la derecha. En una contra, el Real Valladolid volvió a sacar la daga para asestar el 3-0, fabricado por Larin, que asistió a Plata de manera desinteresada y sagaz. El árbitro vio fuera de juego, pero el VAR corrigió la percepción y el gol subió al marcador ante el delirio de Zorrilla. La alegría se desbordó.
El Pucela se soltó mucho y Lucas Rosa pudo firmar el cuarto, pero el balón se estrelló en el poste. El inevitable Lewandowski redujo distancias en el 83 al aprovechar una autopista defensiva muy puntual para el 3-1. Cada llegada culé creó inquietud en el tramo final, pero la ventaja del Real Valladolid y la distensión azulgrana impidieron que cambiara el guión. La fiesta se desató en grada y césped, porque el Pucela necesitaba una catarsis así para espantar los demonios recientes. Aún habrá que pelear para salvarse, pero la resurrección blanquivioleta es un hecho. ¡Vamos!
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