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Los jugadores del Real Valladolid celebran el tanto de Enes Ünal. Gabriel Villamil

El Pucela araña un punto de mérito que pudieron ser tres

Ünal igualó de penalti tras adelantar Mata al Getafe en un partido de dominio visitante en la primera parte y alternativo tras el descanso. El propio jugador turco y Olivas pudieron marcar en el tramo final

Martes, 23 de junio 2020, 21:37

Hay empates y empates, y si el del Celta fue celebrado como si de un triunfo se tratara, el cosechado ante el Getafe se quedó ... corto e incluso supo a poco a juzgar por los méritos acumulados por el Valladolid especialmente en una segunda parte de ida y vuelta en la que los de Sergio acabaron golpeando con dos ocasiones claras en las botas de Enes Ünal y Kiko Olivas. No era misión fácil tumbar a un Getafe que gastaba su última bala en pos de una plaza de Liga de Campeones, y la insistencia y solidez de los blanquivioleta le acabó por dar un empate de mérito que le acerca un poco al objetivo de la permanencia, más incluso por sensaciones con respecto a los tres de abajo que por margen de puntos.

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Real Valladolid

Masip; Moyano, Joaquín, Salisu, Nacho; Óscar Plano (Kike Pérez, minuto 90+2), San Emeterio (Kiko Olivas, minuto 71), Alcaraz; Toni Villa (Hervías, minuto 60), Enes Ünal y Guardiola (Miguel, minuto 72).

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Getafe CF

David Soria; Damián, Djené, Etxeita, Olivera; Nyom (Jorge Molina, minuto 64), Arambarri, Maksimovic (Timor, minuto 82), Cucurella (Portillo, minuto 82); Hugo Duro (Ángel, minuto 71) y Jaime Mata (Jason, minuto 82).

  • goles: 0-1 (minuto 41): Mata. 1-1 (minuto 45+3): Ünal.

  • árbitro: Soto Grado (Comité riojano). Amonestó a Ünal, Salisu, Joaquín, Alcaraz y Kiko Olivas por los locales y a Djené y Nyom por los visitantes.

  • incidencias: Jormada 31ª disputada en el estadio Zorrilla sin público en las gradas.

En el campo dos equipos de autor con dinámicas y urgencias distintas que convirtieron el partido en unidireccional. Apretaba más la soga al Getafe, apartado de la zona Champions por un bagaje impropio de su fiabilidad –una victoria en las siete últimas jornadas–, y esa necesidad –el ceño fruncido de Bordalás en la previa– le llevó a recuperar la agresividad que solía y tomar el mando desde el primer minuto.

Dice el Big Data que el Getafe postconfinamiento corre menos que aquel 'EuroGeta' y su puesta en escena se empeñó en contradecir sus propios números, encerrando al Valladolid en su campo a través de lo que mejor hace: metiendo intensidad para ganar todos y cada uno de los balones divididos.

Enfrente, los de Sergio dedicaron la primera media hora a intentar igualar esa frecuencia sin apenas balones que mandar a sus dos bandas, donde tanto Óscar Plano como Toni dedicaban todos sus esfuerzos a contener a Cucurella y Nyom.

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No se esperaba un guion distinto al de un partido de contención con mucho contacto y más faltas que llegadas al área, y en ese escenario ambos se emplearon como si de un pulso se tratara. Cuanto más empujaban los de Bordalás, más asomaba el músculo que puso Sergio en el campo con Joaquín, Alcaraz y San Emeterio achicando agua y multiplicándose para tapar fugas.

Con dos faltas, una por cada bando, como principal amenaza el partido entró en una fase de acoso y derribo del conjunto madrileño, que percutió y percutió hasta extraer petróleo en una acción sin aparente peligro. Un balón que le cayó a Mata dentro del área a 5 minutos del descanso y que el exblanquivioleta envió a la red, pegado al palo derecho de la portería de Masip, poco antes de pedir perdón a la grada.

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Aturdido y noqueado el Valladolid tras el gol, pudo Mata incrementar su cuenta en dos acciones casi consecutivas que sin embargo dieron oxígeno al anfitrión. En la primera, en fuera de juego, el balón acabó en el larguero mientras que en la segunda la aparición de Joaquín a dos metros de la portería evitó que el '7' azulón rematara un balón franco. No remató, y ese metro y ese segundo de respiro que concedió lo pagaría apenas un puñado de minutos después, segundos antes de pasar por vestuarios, en un balón sin dueño dentro del área en el que Djené sacó el antebrazo a pasear impactando en la cara de Ünal. Penalti en la nueva normalidad y gol transformado por el turco que devolvía las tablas al partido y de paso la intranquilidad a las filas del Getafe –que perdió en Granada tras adelantarse y empató con el Eibar, también después de marcar primero–.

El penalti pareció agitar la coctelera, ya que los dos equipos regresaron de vestuarios dispuestos a sacudirse el fútbol de contención para atacar ambas porterías. Y en ese intercambio salió reforzado el Valladolid, que en apenas cinco minutos acumuló más ocasiones que en los 50 anteriores. En la primera el remate de Salisu a la salida de un córner se marchó por centímetros mientras que en la segunda Ünal remató al cuerpo de David Soria un centro medido de Plano desde la banda que fue anulado por fuera de juego.

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Enchufado y mucho más agarrado al partido que el Getafe, el equipo blanquivioleta dio el paso adelante que requería el nuevo escenario y se fue a por el partido. Incluso el técnico, en otras ocasiones lento en los cambios, se sumó a la partida con dos movimientos inteligentes. Metió en el campo a Kiko Olivas para empujar a Joaquín al centro del campo y protegerle de una segunda tarjeta, y sacó a un Guardiola inédito para dar más mordiente al ataque con la entrada de Miguel.

Roto en el centro del campo, el partido quedó a expensas de saber hacia qué lado caería la moneda. Pudo hacerlo de lado local hasta por dos veces pero el disparo raso primero de Ünal que mandó David Soria a córner y el remate de Kiko Olivas a la salida del córner no encontraron portería.

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No hubo tiempo más que para el suspiro del banquillo local en un lanzamiento de falta de Jason que se fue por encima del larguero de la portería de Masip.

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