Paulo Vitor, que acabó lesionado, intenta desbordar a un rival Rodrigo Jiménez

El poderío físico del Tudelano sepulta al Promesas

Caballero adelantó a los visitantes con cabezazo en la primera parte y Agus Alonso dinamitó las esperanzas locales al aprovechar un error defensivo de Saturday

Nuria Galindo

Valladolid

Sábado, 22 de enero 2022, 22:40

Era el día marcado en rojo para poder dar un golpe sobre la mesa. Sin embargo, el Promesas volvió a ser ese barco que no ... termina de zarpar y cuyo motor se volvió a averiar. Ya avisaba Julio Baptista en la previa que al Promesas se le atragantan los equipos de la tabla baja. «Si bajamos un poquito, cualquier equipo nos puede hacer daño». Y así fue, sus pupilos tuvieron en frente al colista, un Tudelano que llegaba a Los Anexos con una solitaria victoria en su casillero. Los navarros aprovecharon su poderío físico, su arma más potente, para asestar dos zarpazos y dejar en la lona al Promesas.

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RV Promesas

Samu Casado; Apa (Fran Ribera, min. 81), Amoah, Kike Ríos, Nieto (Diego Moreno, min.69); Moha (Saturday, min.81), Mikel Carro, Maroto (Arroyo, min. 66); Dali (Chuki, min.69), Slavy y Paulo Vitor.

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Tudelano

Pellegrino; Yasin, Aveldaño, Diego Royo (Cavafe, min. 66), Luna (Cedenilla, min.70); Gualda, Faber (Aitor, min.70), Alain Ribero (Iván Elena, min. 70); Samanes, Caballero (Agus Alonso, min. 66) y Aranzabe.

  • Goles: 0-1, min.39: Caballero. 0-2, min.90: Agus Alonso

  • Árbitro: Usón Rosel del comité aragonés. Mostro tarjeta amarilla al local Mikel Carro y a los visitantes Royo, Faber y Gualda.

Desenvainaron pronto las espadas ambos conjuntos, deseosos de que arrancara el duelo. La intensidad y ritmo pronto quedó plasmada sobre el tapete. Ni Tudelano ni Promesas especularon y pusieron su mirilla en la portería rival. Luna fue el primero en descorchar el partido con un disparo lejano que atrapó sin complicaciones Samu Casado. También probó fortuna Samanes sin éxito.En esos primeros minutos tan eléctricos, el Promesas empezó a manejar la pelota, buscando un juego más asociativo. El esférico se movía de un lado a otro con velocidad, pero a la hora de encarar la portería de Pellegrino surgían las dudas. Dalisson buscó desbordar por la banda derecha y Paulo Vitor quiso asociarse con Nieto. Mientras en la delantera Slavy viviría su peor pesadilla. Aveldaño de alta envergadura, se convirtió en su sombra. Cualquier movimiento del delantero era supervisado por el defensa.

En esos minutos de intensidad y gran despliegue físico, el Promesas tuvo la oportunidad más clara. Paulo Vitor, en una de sus múltiples cabalgadas, se deshizo de su par y se la cedió a Maroto, este levantó la mirada, pero vio una maraña de piernas y se la dejó a Moha, más escorado a la izquierda. El 10 no dudó y armó su pierna derecha, el balón cogió la rosca esperada, pero se topó con la estirada felina de Pellegrino. El brasileño fue entrando en escena, buscando hacer daño con su vertiginosa velocidad. Sin embargo, el destino a veces es cruel. Cuando mejor estaban los de Baptista, Caballero, en el minuto 39, aprovechó una falta para erigirse entre la multitud y conectar un cabezazo que alojó al fondo de las redes. El golpe dejó groggy al Promesas que sufrió un susto en los minutos finales. Samu Casado dejó muerto en el área un balón procedente de un disparo de Alain Ribero, pero Amoah pudo anticiparse para despejar.

El paso por las casetas no alteró el guion del partido. El esférico siguió siendo propiedad del Promesas, mientras que el Tudelano aguardaba en su campo en busca de cazar una contra que sentenciara el encuentro. Los blanquivioletas trataban de canalizar su peligro por las bandas, pero nunca lograron encontrar a un Slavy enjaulado. Mikel Carro se desesperaba a la hora de mover el balón, no vio ni una sola rendija. La luz se apagaba cuando buscaba el último pase. El Tudelano lograba mantener alejado a los blanquivioletas de su área, su plan funcionaba. Nieto avisó con un disparo lejano que acabó desviado. Baptista dio entrada a Arroyo para tener mayor presencia en el área, pero ni por esas los locales encontraban el gol de la igualdad. Entonces la mala suerte empezó a cebarse con el Promesas. La primera víctima fue Paulo Vitor que en su enésima cabalgada se llevó la mano a la zona posterior del muslo izquierdo. Tocaba encarar los últimos minutos con un hombre menos. La segunda fue Saturday. El central no se entendió con Samu Casado y dejó pasar una pelota. Agus Medina aprovechó el regalo para dilapidar las esperanzas locales.

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