Sergio León salta para escapar de la entrada de Juanma A. Mingueza

El rey León lidera el festín ofensivo ante el Fuenlabrada

El 7 del Pucela, incisivo y peligroso durante todo el encuentro, aprovechó la ausencia de Weissman para coger el mando del ataque vallisoletano

Domingo, 14 de noviembre 2021, 11:56

Hay ocasiones en las que un jugador sabe que debe asumir el mando y acoger los galones que van inherentes a su calidad. Una ... de ellas ocurrió ayer sobre el césped de Zorrilla. Las ventanas FIFA, tan criticadas por los entrenadores de la categoría y con una gestión tan incoherente si se deja a un lado el tema financiero, hicieron que el Real Valladolid afrontase el encuentro ante el Fuenlabrada sin la salsa de Plata ni la pegada de Weissman.

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Los dos últimos goleadores del Pucela, a cientos de kilómetros del feudo vallisoletano, se entregaban en sus compromisos de selecciones mientras dejaban un hueco difícil de llenar en el ataque blanquivioleta. En esas, Sergio León afrontó el choque ante el cuadro madrileño con un nuevo compañero de aventuras, Cristo González, que también quiso ser el salvador de la ofensiva vallisoletana.

Con suerte dispar, mientras el canario firmó un partido oficioso pero sin demasiado acierto, el rey León rugió por encima del resto en una primera mitad en la que, con hambre de protagonismo, mejoró cada balón que pasó por sus botas. Sabedor de que la parroquia pucelana necesitaba un referente al que encomendar sus esperanzas de gol, el cordobés afiló el colmillo para comerse a la zaga del Fuenlabrada asumiendo el reto de consagrarse como ídolo a orillas del Pisuerga.

Su magnífica actuación le valió una sonora ovación por parte del respetable al ser sustituido en la recta final del partido y seguramente una buena dosis de confianza para preparar el asalto almeriense. Hasta siete remates firmó el Real Valladolid en la primera mitad del partido. De esa prolífica producción ofensiva, el 7 del Pucela formó parte casi en todas las jugadas, bien finalizando o bien dejándose caer a posiciones más atrasadas para lanzar el ataque.

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Dijo Pacheta en rueda de prensa que con las transiciones plasmadas por su equipo, el cuadro blanquivioleta «metía miedo». Sin saber si el Almería teme a la niebla pucelana y a sus rápidos contragolpes, seguro que el cuerpo técnico de la escuadra indálica tomó buena nota de la actuación de Sergio León. Además, el ariete andaluz estuvo bien escudado ayer en Zorrilla.

Todos aportaron a la causa

Los Álvaro Aguado, Óscar Plano, Toni Villa, Luis Pérez y compañía sumaron a la causa ofensiva a un reincorporado Alcaraz que también mostró un muy buen nivel pese a venir de lesión. Con ellos entonados y el resto acompañando, el equipo se gustó ante la debilidad de un rival que puso todos sus esfuerzos en no encajar y que terminó saliendo a remontar en la segunda parte quedándose en un infructuoso camino cuyo peaje fueron tres goles.

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Con varias jugadas trenzadas incluso sin dejar caer la pelota y buenas finalizaciones que hicieron esforzarse a Diego Altube, los de Pacheta sometieron a un cuadro madrileño que apenas inquietó a Roberto. 19 disparos registró el cuadro vallisoletano ante los de José Luis Oltra para anotar tan solo tres de ellos, y dos en los últimos cinco minutos de encuentro. De hecho, la incertidumbre con alguna llegada al área del conjunto visitante y la desesperación tras fallar varias claras ocasiones para cerrar el partido hicieron que más de uno en la grada confundiese la zamarra azulona con la celeste ibicenca.

Al final, el tanto de Óscar Plano y la puntilla de Cristo certificaron el festín ofensivo del Pucela, y permitieron finalizar con buen pie un gran partido del Real Valladolid en el que faltó puntería pero sobró iniciativa y buenas intenciones, sobretodo en la primera entrega del choque.

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