El buen negocio del Zaragoza con los jugadores del Real Valladolid
La mayoría fueron titulares y reportaron ganancias en sus traspasos
José Miguel Ortega
Viernes, 5 de septiembre 2025, 17:49
El Real Zaragoza siempre ha sacado un buen rendimiento del caladero de jugadores provenientes del Real Valladolid. El trasvase desde Zorrilla a La Romareda ha reportado pingües beneficios al club aragonés desde que en los años treinta los hicieron los hermanos Chacártegui -Juan y Domingo- defensas de rompe y rasga que jugaron una temporada aquí, la 1930-31, y dos en la capital maña.
De aquellos tiempos era también el delantero Anduiza, que después de tres campañas en el campo de la Sociedad Taurina, de 1928 a 1931, fichó por el Zaragoza, donde terminó su carrera de Medicina y rindió a muy buen nivel pese a que el fútbol fue parta él una diversión más que un trabajo.
Años después, cuando el dinero movía los traspasos en el fútbol español, el club aragonés se llevó a dos piezas de gran rendimiento en el Valladolid: Domingo y Valdés. Jesús Domingo era zaragozano de nacimiento y había sido un elemento fundamental durante los cinco años -de 1951 al 56- que defendió los colores blanquivioletas, ya que en ese periodo disputó 111 partidos en primera división y marcó 53 goles, que le abrieron el camino de la selección B de España. Su aportación al Zaragoza fue de 69 partidos y 21 tantos en las cuatro campañas que jugó, de 1956 a 1960.
Con él también cambió el Pisuerga por el Ebro el extremo Valentín Valdés, que llegó procedente de Asturias sin hacer ruido y fue indiscutible en la banda izquierda. Coincidió con Domingo en las cinco temporadas que estuvo en Zorrilla, en las que intervino en 70 partidos marcando 6 goles y fabricando muchos para otros compañeros con sus centros. Su aportación en las dos temporadas que militó en las filas zaragocistas fue de 31 partidos y 3 goles.
Coetáneo de estos dos fue el delantero Joaquín Murillo, que llegó al Valladolid procedente del España Industrial, filial del Barcelona, y no tardó en hacerse con la titularidad gracias a su formidable rendimiento. En los tres años que estuvo en el Viejo Zorrilla disputó 92 partidos oficiales y marcó 46 goles, pese a coincidir con dos grandes depredadores del área como Domingo y Badenes. Su etapa aragonesa fue mucho más larga -siete temporadas- con un balance apabullante de 108 goles en 178 partidos, siempre en Primera División.
Dos de las grandes figuras del Real Valladolid en toda su historia, los uruguayos Benítez y Endériz también fueron protagonistas de ese trasvase desde el Pisuerga al Ebro. Julio César Benítez, muy probablemente el mejor futbolista que ha vestido la elástica blanquivioleta en toda su historia, solo estuvo una campaña aquí, la 1959-60, en la que jugó 28 partidos con 5 goles, pese a ser defensa.
Su marcha al Zaragoza puso en pie de guerra a los aficionados vallisoletanos contra el presidente Carlos del Río por deshacerse de la figura del equipo por una cantidad superior a los dos millones de pesetas, que vino bien a las arcas del Pucela pero que fue un negocio redondo para las del club aragonés, pues tras una temporada brillante -30 partidos- lo traspasó al Barcelona por 9 millones.
'Cacho' Endériz también hizo el mismo itinerario, aunque su etapa blanquivioleta fue más extensa. Una primera fase de cuatro temporadas con 106 partidos y 29 tantos que le llevó a La Romareda para ser partícipe de la época de los 'Magníficos' con 56 partidos y 11 goles. Después fichó por el Barcelona y el Sevilla para retornar al Real Valladolid con las facultades algo limitadas por culpa de una lesión.
Un joven valor de la cantera, recientemente fallecido, José Antonio Tejedor, estuvo tres años en el primer equipo blanquivioleta cuando estaba en Segunda División, en los que marcó 19 goles en 61 partidos. En el Real Zaragoza, en primera, jugó tres años, de 1967 al 70, con el balance de 12 goles en 45 partidos, una cifra excelente teniendo en cuenta la competencia que había en el ataque del equipo maño.
El largo periodo que el Valladolid pasó en Segunda División hizo más atractivo el caladero de Zorrilla para el club zaragozano. El argentino Oviedo, que jugó allí la 1977-78, fue el siguiente fichaje blanquivioleta. En el Real Zaragoza marcó 9 goles en 39 partidos, mientras que en el Real Valladolid estuvo por debajo de lo previsto, pues solo intervino en 19 partidos marcando 3 goles en dos temporadas, la 82-83 y la 83-84.
'Pato' Yáñez fue el siguiente en hacer este trayecto. El chileno estuvo cuatro años en el Valladolid, de 1982 a 1986, jugando 124 partidos y marcando 17 goles, que despertaron el interés del Zaragoza, aunque en el equipo maño solo estuvo una temporada en la que marcó 6 goles en 33 partidos, para venderle después por más dinero al Betis.
El guardameta César Sánchez, tras nueve campañas como blanquivioleta en las que jugó 236 partidos en primera, fue traspasado al Real Madrid y desde allí al Zaragoza tras cuatro años en el Bernabéu. Con los maños estuvo de 2005 a 2008 jugando 124 partidos oficiales, siendo después traspasado al Tottenham inglés.
Uno de los grandes goleadores de la historia blanquivioleta, Alen Peternac, estuvo aquí cinco temporadas con un tremendo balance de 59 goles en 171 encuentros, que le abrieron las puertas del Zaragoza con un fichaje millonario. No obstante, ha sido el único blanquivioleta que no triunfó en su etapa aragonesa: 12 partidos y un solo gol.
En cambio Óscar González, después de 3 años en el Pucela -91 partidos y 18 goles en su primera etapa- jugó cuatro temporadas en La Romareda interviniendo en 152 partidos en los que marcó 17 tantos, para pasar después a las filas del Olympiacos griego y finalmente jugar una segunda etapa en el Pucela, que duró seis brillantes campañas con 55 goles en 194 partidos. Sin duda, Óscar fue también un gran negocio para los blanquivioletas.
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