

La protectora constata el aumento de los abandonos de perros de razas peligrosas en Palencia
Scooby, que custodia actualmente a medio centenar de animales en sus instalaciones, recogió durante 2021 75 canes y 55 gatos
Pilar Gimeno
Palencia
Domingo, 16 de enero 2022, 08:40
Llevan más de 25 años haciéndose cargo de animales desatendidos. En la actualidad, la Sociedad Protectora de Animales Scooby da cobijo a alrededor de unos ... 50 perros abandonados que aguardan una nueva oportunidad en el centro de acogida ubicado en la carretera de Autilla, en las afueras de la capital palentina. Aunque las instalaciones pueden reunir un mayor número de más animales, procuran no «sobrecargar» el recinto. Se valen, además, de la ayuda que reciben de una quincena de voluntarios y voluntarias. A lo largo del pasado año, la entidad recogió 75 perros y 55 gatos, de los que fueron recuperados por sus dueños 19 y 1, respectivamente.
Durante las últimas semanas, es Abdul Lamaidni quien llega al lugar, casi siempre a primera hora, para hacerse cargo de la limpieza, el cuidado y la alimentación. Lo hace temporalmente y en sustitución de un compañero. Asea las jaulas, limpia las mantas que hay en el interior de las casetas y da de comer a los perros dos veces al día. Reconoce que le encantan los galgos. A las 10:15 horas aparecen Lola Ayerbe y sus dos hijos. Ella es voluntaria en Scooby desde hace años. «Intento ir todos los sábados y otros días que puedo». Llega cargada con varias bolsas de comida y pienso que ha obtenido en una guardería. Con su visita –afirma– espera que los animales que permanecen allí protegidos «estén un poco mejor». De hecho, la «pena» le ha llevado a adoptar a tres animales de la protectora, puntualiza.
Scooby insiste en que los perros tengan los microchips y sus propietarios, los datos actualizados
Ayerbe explica que la nueva ley que regula el régimen jurídico de los animales –que entró en vigor el pasado 5 de enero– «es un paso importante», pero considera que «faltan muchas cosas por hacer». «Si nos fijamos en los países de nuestro entorno más cercano, ellos están más avanzados», agrega. Incide en la necesidad de concienciar y recuerda que a los animales «hay que cuidarlos, nos quieren si les das cariño. No hay animales malos, sí dueños malos». Este aspecto, asegura, es primordial para la convivencia de los animales y las personas. «Es la mente de las personas la que también tiene que cambiar», afirma con rotundidad.
La pandemia no solo ha alterado muchas facetas de la vida social. También han tenido un impacto claro sobre las adopciones, asegura Nieves Pérez, responsable de la protectora. «Hubo una caída bestial en la recogida de animales durante el confinamiento, pero cuando se levantó el cierre perimetral de las provincias se produjo un incremento de avisos, aunque no se puede extrapolar a abandonos. Como además se paralizó la caza y las carreras, no se criaron galgos, pero ahora sí está aumentando la recogida de esta raza de perros, aunque hay más abandonos de podencos que de galgos. También está aumentando la recogida de perros de razas potencialmente peligrosas», asegura.
Durante los últimos meses, añade, «está aumentando la recogida de perros de razas potencialmente peligrosas», muchos de ellos sin microchip. «Se encuentran perros de estas razas muy bien criados, pero atados a una farola... Son animales que gustan para 'fardar', pero hay que saber educarlos. Nos preocupa mucho, porque no son perros que se puedan dar en adopción», explica.
Precisamente, Scooby sigue insistiendo en el cumplimiento de la normativa de protección animal, «que el perro tenga el microchip y que los dueños tengan los datos actualizados». Frente al uso de los microchips, recomiendan los perfiles de ADN –«esperamos que se establezca como obligatorio», subraya– porque además de tener el mismo precio (en torno a 20 euros), cuenta con muchas más ventajas. «Un microchip se arranca y se abandona al perro, con un perfil de ADN no se puede. Permite reconocer a las camadas», señalan, al mismo tiempo que inciden en que su uso mejoraría la limpieza en las calles. Y es que, «como los excrementos llevan ADN, se podrían hacer muestreos aleatorios y sancionar a los dueños incívicos», apostillan.
Miriam López-Ayerbe, la hija de Lola, es también voluntaria desde que Scooby asumió la gestión del centro de recogida. Aunque reside fuera, aprovecha sus viajes a Palencia para echar un cable, y es que considera que la labor de la protectora «es fundamental». Cree, además, que la nueva ley da soluciones a cuestiones que carecían de soporte legal, como el cuidado de las mascotas en caso de separaciones o divorcios, así como otros temas vitales para los animales.
Cumplir la normativa
Asegura que es necesario cumplir con la normativa de protección, que los perros tengan el microchip y que los dueños actualicen sus datos. El trabajo que desinteresadamente presta Miriam y otros voluntarios es clave. Y es que, más allá de los cuidados básicos, estos acompañantes tienen un rol clave en la socialización de los perros, destaca Nieves Pérez. «No educan a los animales, pero es cierto que, al tratarlos, los acostumbras a que salgan con correa, a que estén con otros perros, a que estén con personas distintas», señala.
López-Ayerbe –que tiene una perra adoptada– incide en que tener un perro conlleva «mucha responsabilidad. Tres o cuatro veces al día los tienes que sacar, aunque estés enfermo o no te apetezca. También cuestan dinero, un animal es un gasto, la comida, las vacunas…». Por último, invita a la ciudadanía a que se acerquen por las instalaciones y se den un paseo. «Que vengan a verlos. Necesitan un hogar. Son perros que se adaptan y la mayoría son adultos, mucho más fáciles que los cachorros, que te lo rompen todo», concluye.
'Paraíso desconocido', en Cardaño de Abajo, premio al mejor alojamiento para mascotas
«No nos esperábamos ganar», destaca Jonathan Fernández, al frente del alojamiento turístico 'Paraíso desconocido', ubicado en Cardaño de Abajo. Sus apartamentos rurales han sido merecedores del premio al mejor alojamiento para mascotas de España en los premios Travelguau 2021. Unos galardones que surgieron en el año 2017 con el objetivo de hacer un mundo un poco más amigable con las mascotas. Jonathan Fernández recogerá la distinción este próximo miércoles, 19 de enero, en la Feria Internacional de Turismo (Fitur).
Frente a los abandonos o el maltrato que aún hoy reciben algunos animales de compañía, son también un activo turístico en alza. «Llevamos un año y lo tuvimos claro desde un principio. Más de un 70% de nuestros huéspedes viene con mascota. Es un servicio que se demanda», defiende Fernández, quien es consciente de que una hostelería sensible y adaptada a las mascotas supone «un nicho de mercado». Sin embargo, añade, «falta mucho todavía para que Palencia tenga una oferta turística adaptada a estos clientes. A otros hosteleros les diría que se animaran. Que tengan claro que van a tener que limpiar muchos pelos, pero que estén tranquilos por el tema de los daños. Ningún animal nos ha hecho ningún destrozo porque la gente que viaja con animales está concienciada y los animales están educados».
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