«La seo de Palencia tiene un patrimonio inmaterial que también queremos dar a conocer»

José María Nieto Vigil (Madrid, 1962) es doctor en Filosofía y Letras, Licenciado en Historia Antigua y Medieval y Diplomado en Magisterio. Su trayectoria profesional se ha desarrollado entre las ciudades de Madrid, Valladolid y Palencia. Actualmente es profesor del colegio Maristas Castilla de Palencia y también lo ha sido anteriormente de la UNED, además de director de la Escuela de Verano en el Centro Regional Asociado de Palencia. Además, cuenta con diferentes distinciones como son la de caballero de la Orden de Santiago Apóstol, miembro de la Real Sociedad Económica Matritense de Amigos del País de Madrid, socio fundador del Ateneo de Palencia o Socio de Honor de National Geographic Society.

–¿Qué queda por descubrir de la Catedral de Palencia?

–La Catedral tiene un amplio patrimonio material que todos conocemos, pero también hay uno inmaterial muy importante que es la música, por ejemplo, o las personas y personajes que se han vinculado a la Catedral de Palencia. Por ejemplo, la relación que mantuvo Antonio de Nebrija con el Obispo Fonseca. Ambos eran muy amigos y, precisamente, Antonio de Nebrija estuvo en Palencia en una época en la que este estaba confeccionando la gramática y el léxico y muchos aspectos que luego recogería en sus obras.

–¿La asociación va a dar a conocer también todo este patrimonio?

–Así es. Vamos a intentar dar valor a este patrimonio a través de distintas conferencias, ya que la catedral es mucho más que ese edificio y que lo que alberga. En el siglo VI era de los tres obispados más importantes que había en España, más incluso que el que representaba Valladolid. En el pasado y en el presente ha habido muchas personas que se han vinculado con la Catedral y que han hecho de esta un lugar de referencia para los historiadores.

–¿De qué manera ha estado participando la asociación dentro del programa especial del séptimo centenario?

–Debido a la llegada de la pandemia y al posterior fallecimiento de diferentes miembros de nuestra junta directiva, hemos llegado tarde a estar incluidos dentro de la fundación, porque esta ya está cerrada. Hemos hablado sobre ello con el propio obispo y con Fernando Méndez, y vamos a reunirnos con José Luis Calvo Calleja con el objetivo de ofrecerles nuestra colaboración y que, a la vez, nos inviten a alguna de las sesiones de trabajo que ellos tienen. De todos modos, nuestra agenda la estamos casando con la del séptimo centenario para evitar que se puedan solapar cualquiera de las actividades.

–¿Cree que falta implicación de los palentinos en la vida cultural de la ciudad?

–Palencia tiene muchos colectivos y asociaciones de tipo cultural, pero es verdad que se necesitaría más implicación de los palentinos, no solo asociándose sino también acudiendo a las convocatorias que se hacen. Palencia tiene una muy buena agenda cultural, pero al final el grupo de personas que se movilizan para ir a esos actos es muy cerrado. Por eso, nosotros queremos organizar actividades muy abiertas de diferentes asuntos para que los palentinos puedan acudir bien a una conferencia, un concierto o una exposición.

–Al final, ¿se habla tan solo de una minoría movilizada por la cultura?

–El ciudadano se ha ido acostumbrando a que le den las cosas hechas y tan solo una minoría es la que está motivada para dedicar tiempo, esfuerzo y trabajo. Necesitamos más movimiento, que la gente se implique más, que la gente tenga más ganas de que su ciudad y provincia la conozcan más allá de sus propios límites. Tenemos muy claro que no todo está en manos de las instituciones públicas y que no se puede subvencionar todo. La sociedad civil se tiene que levantar del sillón y luchar por el propio presente y por el futuro.

–¿En los últimos tiempos ha sido suficiente el impulso que se le ha dado a la promoción de la ciudad?

–Palencia ya no es una ciudad desconocida, aunque todavía queda mucha gente en España que no sabe nada de ella. Ha sido siempre la Cenicienta enmarcada por León, Burgos y Valladolid y ha sido condenada a la marginalidad. Pero es verdad que ahora Palencia ha comenzado a llegar a mucha más gente gracias al esfuerzo de muchas instituciones, de asociaciones y también de medios de comunicación. Palencia es mucho más que un conjunto de patrimonio, gastronomía y costumbres. Cada pueblo es un auténtico museo al aire libre, desde la arquitectura tradicional hasta la religiosa en municipios muy pequeños y que apenas salen en los mapas. Pero estamos consiguiendo que se hable de Palencia y que se conozca que existe una provincia de Castilla y León que se llama así.

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