Nueva tragedia en el asfalto para los Fernández

El reloj marcaba las 11:14 horas y el teléfono sonó en el centro de emergencias 112 de Castilla y León. La llamada alertaba de que un coche había impactado contra un ciclista a la altura del punto kilométrico 4,400 de la PP-102, la carretera provincial que une las localidades de Cevico de la Torre y Población de Cerrato. Hasta allí se desplazó la Guardia Civil y una UVI móvil con personal sanitario de Atención Primaria del centro de salud de Venta de Baños, pero a su llegada ya nada pudieron hacer. El cuerpo del ciclista yacía inerte en el suelo.

Se trataba de Alejandro González Fernández, un enamorado de la bicicleta que ayer perdió la vida practicando un deporte que le apasionaba y que tenía para él una gran tradición familiar. No en vano, Alejandro era primo carnal de una de las más grandes leyendas del ciclismo patrio: Alberto Fernández, afamado corredor de los años 80 que, casualidades siniestras, también falleció en el asfalto, en 1984 en un accidente de tráfico en la carretera Nacional I (Madrid-Burgos) en el que murió en el acto junto a su esposa y al conductor del vehículo francés contra el que chocó.

Alejandro González era un antiguo trabajador de la empresa galletera Siro de Venta de Baños, localidad en la que llevaba años residiendo en la calle Federico García Lorca, de la que salió ayer con su bicicleta para no regresar jamás. El lugar en el que se produjo la colisión era un punto sinuoso, de escasa visibilidad en una carretera muy estrecha, tal y como afirmó el alcalde de Población de Cerrato, Godofredo Palomo Ruiz. «Es una carretera que tiene muchas curvas, que sube al páramo. Por esta zona estamos acostumbrados a ver ciclistas de Valladolid y de Palencia que vienen a disfrutar de la bicicleta y nunca suele pasar nada», explicó ayer el regidor cerrateño, apenado por un suceso que ha sido un mazazo para la comunidad ciclista, para la localidad de Venta de Baños y también para el Cerrato, por el que cada día transitan numerosos ciclistas en busca de hermosas subidas al páramo y buenos lugares para llanear.

A su llegada al lugar de los hechos, la Guardia Civil efectuó las pruebas de alcohol y drogas al conductor del vehículo, y ambas arrojaron resultados negativos. Ahora, será una investigación la que determine la causa del accidente.

La casualidad ha querido que Alejandro González perdiese la vida en el asfalto mientras practicaba el deporte que encumbró a su primo carnal, aquel que en el Tour de Francia de 1982 se clasificó décimo; que en su primer Giro de Italia, en 1983, fue tercero y que en la Vuelta Ciclista a España de 1983 y 1984 fue tercero y segundo (perdió la ronda por tan solo seis segundos ante el francés Caritoux), respectivamente. Alejandro no alcanzó tales cotas, pero compartía esta afición con Alberto (nacido en Cuena, Cantabria, pero afincado en Aguilar de Campoo).

A las 11:00 horas de hoy se oficiará su funeral en la iglesia parroquial de San Ignacio y Santa Inés, y a continuación el cuerpo de Alejandro será trasladado al tanatorio de Palencia para su incineración.