El Museo de Palencia aspira a superar los 15.000 visitantes al año con su remozado interior

Esta reforma, gestionada al amparo de la Gerencia de Infraestructuras y Equipamiento de Cultura del Ministerio de Cultura y Deporte, se ha podido realizar gracias a la aportación que ha supuesto el legado de la palentina María Luisa Torres Jubete. Esta benefactora, licenciada en Historia del Arte y responsable de la revista 'Catedral de Palencia', instituyó en su testamento al Museo de Palencia como uno de los herederos de sus bienes, junto al Museo de Bellas Artes de Oviedo y al Monasterio de Santa Clara de Medina de Pomar.

Por este motivo, el Ministerio fue el encargado de llevar a cabo el contrato con la empresa Velera, que ha sido la escogida para realizar el diseño de las obras de mejora, y también con SIT, la encargada del montaje de la reforma del Museo, cuyo presupuesto en conjunto ha supuesto unos 200.000 euros.

La renovación museística de la planta de la prehistoria puede ser la más vistosa, ya que se han cambiado todos los paneles informativos por cajas de luz que contextualizan las piezas con fotos e imágenes junto con unos textos actualizados y con las letras más grandes. «Los paneles generan un ambiente más visual y atractivo, y también se han añadido piezas nuevas», argumentaba Pérez Rodríguez.

Una nueva vitrina alberga desde este jueves, que se ultimaban los preparativos colocando los últimos objetos, los huesos de un oso de gran tamaño del yacimiento de cueva Guantes. También se ha añadido en la planta de la Prehistoria otros descubrimientos del yacimiento del Monte Bernorio.

Además, a partir de este viernes se presenta de manera conjunta el tesoro de las Filipenses, uno de los más representativos de la orfebrería celtibérica vaccea, que se descubrió en 1956 al comenzar a construirse los cimientos del colegio, y que pertenecían a dos depósitos distintos, de las religiosas y de la familia Carlón.

Uno de los principales objetivos para este nuevo curso escolar que acaba de iniciar es poder retomar los talleres y las visitas al Museo de Palencia, que tuvieron que ser suspendidas con la pandemia y que representaban más de la mitad de las visitas al centro de la Casa del Cordón durante los meses de colegio. «Tenemos la suerte de que todos los talleres de octubre ya están ocupados, así que hay demanda y los colegios tienen ganas de venir a hacerlos. Los niños, entre los meses escolares, representan el 60% de las visitas, es un número muy importante. Ellos son nuestros principales visitantes durante los días de diario y nos estamos volcando porque van a ser los visitantes del futuro y así cumplimos con la función educativa que tiene que tener este centro», reconocía el director.

El Museo ha estado cerrado desde septiembre de 2018 hasta octubre de 2020 por obras de mejora de las infraestructuras, como las cubiertas y los cristales. Desde que reabrió no se puede considerar un año normal por las medidas por la pandemia y por la ausencia de excursiones escolares. El objetivo con las últimas obras de reforma, que se han sucedido hasta ayer, es superar las cifras prepandemia de 14.000 o 15.000 visitantes al año.

Los primeros estudiantes que retornen al centro histórico, a partir de la semana que viene, además de las pantallas en la entrada descubrirán que se ha ampliado el espacio para los talleres, que consta de mobiliario muevo, que el antiguo suelo de pizarra se ha sustituido por el de goma y, sobre todo, que se ha reconstruido la cueva –lo que más les gustaba–, y que ahora es más vistosa y cuenta con pizarra en sus paredes para las actividades. Uno de los cambios más significativos es la sustitución en la planta de la Época Romana del 'Almacén Visitable', donde se mostraban piezas de la época romana que estaban en el almacén, por 'De Pallantia a Palencia', compuesto por seis vitrinas. «Hemos decidido dedicar ese espacio a la historia arqueológica de Palencia, desde el siglo Ihasta el XVII», argumentó Pérez Rodríguez con orgullo, ya que es una gran apuesta por la historia de la capital.

En esta planta no se han añadido paneles luminosos, pero se ha modificado la cartelería de información con más gráficos, más dibujos y grafías más grandes para facilitar la lectura de los visitantes, además de añadir más vitrinas y piezas a la exposición permanente.

Por primera vez, los 'Bustos de Becerril', del s. II d. C., se exponen sin cristales y sin vitrinas alrededor. Sobre dos pedestales de mármol y delante de un fondo oscuro, destacan ante todo lo expuesto en el Museo, por su tamaño, su belleza y su importancia. «Lo que más llama la atención a los visitantes son los bustos romanos y el 'Mosaico de Océano y las Nereidas' de Villa Possidica. Sin embargo, hay piezas muy importantes dentro de la arqueología hispana», defendía el director, subrayando la importancia de todo lo expuesto.

La planta de la Edad Media, por su parte, también muestra nuevas piezas como la excepcional tapa de un sarcófago visigodo de un yacimiento que se descubrió en Baltanás. «Son restos visigodos increíbles», reconocía.

El Museo organiza este viernes, a las 12 horas, una visita guiada para mostrar al público los nuevos espacios. Además, a las 19 horas, se presentará el libro 'Alfarería Tradicional en Astudillo', que hace referencia a la exposición que ha acogido en septiembre.