La Montaña Palentina se viste de faralaes en la particular Feria de El Rocío de Aguilar de Campoo

«Viva la Virgen de Llano, viva la Virgen del Rocío y Viva Aguilar de Campoo». Sí, el Rocío llegó un año más, y ya son cinco ediciones, al norte de Palencia. Con estos vítores y numerosos más finalizó en la mañana de hoy sábado la animada misa rociera celebrada en la ermita de la Virgen de Llano. La ceremonia contó con la música y las canciones del Coro Rociero de la Hermandad del Rocío de Santander, cuyos miembros se acercaron hasta Aguilar de Campoo para asistir en este encuentro, sumándose así a los cientos de participantes que se congregaron en esta nueva cita organizada por el grupo local de sevillanas 'Acerbahe', dirigido por Belén Álvarez.

El vistoso encuentro dio comienzo a las 11.00 horas de la mañana en la Plaza de España de la villa aguilarense. Allí se concentraron romeros y caballistas llegados, en autobús y en coches particulares, desde de diferentes puntos de la geografía española, sobre todo del norte, como Bilbao, León, Burgos, y Cantabria, además de Valladolid y distintas localidades palentinas.

Frente a la puerta de la Iglesia San Miguel tuvieron lugar los primeros bailes de sevillanas, observados y aplaudidos por los vecinos que transitaban a esas horas por el centro urbano. Una hora más tarde, ya con todos los participantes congregados, se inició la romería hacia la ermita, subiendo a pie, en carreta y a caballo hasta las inmediaciones del embalse de Aguilar.

Tras una eucaristía cantada y coreografiada por el grupo local que lució un nuevo y bonito traje en tonos morados, los asistentes se desplazaron hasta el cercano camping donde tuvo lugar el vermú rociero, más música, más bailes y la comida de hermandad en la que participaron 250 comensales. Continuó la fiesta por la tarde con más sevillanas, más canciones y más flamenco con el grupo 'Entresueños'. La exhibición de baile con caballo tuvo que ser suspendida este año ya que el jinete no pudo desplazarse hasta la localidad.

'Acerbahe', que actualmente cuenta con 15 miembros comenzó, su andadura en enero de 2012, y en el año 2015 decidieron organizar la primera concentración rociera. «Seríamos unas 30 personas, los de la asociación con amigos y familiares», recuerda Álvarez.

Pero cada año ha ido subiendo esta actividad en asistencia, actividades y animación. «Es un día de convivencia, de fiesta, y diversión en el que todo el mundo la pasa bien», subraya la responsable del grupo aguilarense, quien también asegura que la organización del evento supone un gran trabajo y esfuerzo. «Llevamos meses preparándolo, pero merece la pena por la satisfacción que tienes al ver a tanta gente unida y divirtiéndose», apunta.