Raúl Gonzalo Prieto anima en su pregón popular a poner los sentidos en «modo fiesta»

Carros había, pero los tuneados de los peñistas, no los de fuego de Vangelis. La misión era pasárselo bien, no la colonia del Sacramento, en la desembocadura del Río de la Plata, aquella a la que puso música cuasi celestial Ennio Morricone. Y nada de sirtakis en la Plaza Mayor a lo Zorba, el griego del genial Mikis Theodorakis, solo charangas de las peñas y de fondo, The Flying Santa, la composición por la que Raúl Gonzalo Prieto fue nominado a los prestigiosos premios Hollywood Music in Media Awards. Ese es uno de los méritos por los que este licenciado en Educación Física, profesor en el Instituto Virgen de la Calle y compositor musical desde hace más de veinte años fue elegido como pregonero popular, y este viernes, en el día de inicio de las fiestas de San Antolín, este palentino creador de bandas sonoras intentó que su voz sonase con notas de fiesta desde el balcón del Ayuntamiento.

Con el horario de las 21:00 horas recuperado (el experimento matinal del pasado año fue un fiasco) y, tras la introducción de la presentadora Erica Gónzalez (más larga que Lo que el viento se llevó', solo le faltó leer el pliego de condiciones), Raúl Gonzalo dio comienzo a su pregón. El profesor y compositor insistió en que era «palentino de a pie» y no uno de esos «rostros conocidos presentes en los medios de comunicación» a los que se busca para dar un pregón, poniéndose desde el inicio de parte de los anónimos palentinos que se disponían a escucharle. «No estoy seguro de que ese mérito sea mayor que el de cualquiera de vosotros, que día a día dotáis de vida a nuestra querida Palencia, en una labor constante, callada y en bastantes ocasiones, no lo suficientemente reconocida», apuntó Gonzalo, que acto seguido hizo extensivo su reconocimiento a autónomos, empleados públicos, trabajadores por cuenta ajena, amas de casa, estudiantes, desempleados y niños. Solo le faltó citar al CIS al bueno del pregonero popular, que también aludió de manera particular a los compositores musicales, un gremio del que forma parte y que «no solemos ser personajes populares ni aparecer de manera habitual en los medios de comunicación».

«Nuestro trabajo pasa en muchas ocasiones totalmente desapercibido, como ocurre habitualmente con los grandes éxitos musicales que escuchamos en la radio o en la televisión y que identificamos con sus intérpretes pero no con sus creadores», añadió Raúl Gonzalo, antes de centrarse en sus vivencias sanantolineras. El pregonero popular recordó el miedo que sentía con el Tragaldabas y su fascinación por los fuegos y por las atracciones feriales, así como por los pasacalles de gigantes y cabezudos. «Actualmente, uno de los aspectos que me resultan más atractivos y más emotivos de nuestras fiestas es el reencuentro con amigos del pasado que regresan a su tierra durante estos días», comentó Raúl Gonzalo, que animó a todos los palentinos a «no desaprovechar la oportunidad de vivir el presente» y disfrutar de las fiestas «como nos merecemos».

Por ello, «tenemos que poner todos nuestros sentidos en modo fiesta», agregó el pregonero popular. El del olfato y el del gusto, con las tapas en las casetas; el del oído, con los conciertos;el de la vista y, en ocasiones, el del tacto, en Expoaire, la Feria de Artesanía o la muestra de artistas de calle. «En ese modo fiesta tendremos también el sentido común, y disfrutaremos de San Antolín desde el respeto a los demás», hizo hincapié Raúl Gonzalo Prieto, que animó en estos días a «compartir alegría con familiares, amigos, visitantes e incluso a aquellos a los que apenas conocemos».

Unas jornadas «para reencontranos con nuestra ciudad, para degustarla en cada rincón y, en definitiva, unas fechas para apartar las preocupaciones y no quedarse en casa», apostilló el pregonero, que expresó su gratitud a toda su familia; a sus alumnos y sus compañeros del Virgen de la Calle; al exitoso Palencia Baloncesto y al desaparecido CF Palencia, «donde tuve el privilegio de poder trabajar cuatro temporadas inolvidables»; a las quince peñas que conforman el Consejo Local de Palencia y, por último, «a todos los que creen en mi trabajo como compositor y confían en mí sus proyectos, por darme la oportunidad de poder desarrollar mi vocación por la música».

A continuación, Raúl Gonzalo Prieto dejó a un lado su faceta como compositor musical y se centró en la docente, con un examen del grado de palentinismo de los asistentes al pregón, que tenían que responder sí o no a las cuestiones que planteaba el pregonero popular. Algunos síes eran obvios, como si habían acudido a algún acto local en el que también se encontrara Fernandito El librero, o si habían cantado alguna vez, seguro que con alguna copita de más, aquello de por el río Carrión pasaba un submarino.... Otras eran también síes rotundos, como si conocían el significado de la frase El chiguito corito se escolingaba por el arambol, o si todavía decían vas al Pryca o a Simago, en lugar de referirse al Centro Comercial Las Huertas o al Carrefour Market, en la calle Menéndez Pelayo. Si llamaban a los institutos La Tejera, el amarillo, el viejo o el nuevo, si conocían dónde se encuentra la gárgola del fotógrafo de la catedral, o si habían cogido al menos una bolsa de pan y quesillo en la pedrea de Santo Toribio sin romperse la crisma fueron otras de las cuestiones planteadas. Todos aprobaron con nota.