Ecologistas denuncia la gestión negligente de residuos peligrosos en Boadilla de Rioseco
Asegura que el Ayuntamiento incumple la ley poniendo en peligro la salud de los habitantes y que el Servicio Territorial de Medio Ambiente no toma ninguna medida
Ecologistas en Acción denuncia la situación de riesgo para los vecinos de Boadilla de Rioseco por la pésima gestión que se hace de los residuos peligrosos y no peligrosos. La organización conservacionista ya denunció el pasado mes de junio ante el Servicio Territorial de Medio Ambiente que en dicha localidad hay un punto de recogida de aceites agrícolas donde se acumulan todo tipo de residuos, desde filtros y neumáticos hasta garrafas de herbicida.
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«Además, el pueblo está plagado de pequeños vertederos incontrolados de restos de obra, enseres y otros vertidos de gran toxicidad en zonas sin vallar y sin ningún tipo de control, sin que desde el Ayuntamiento se haga nada al respecto, siendo el propio Ayuntamiento el que en muchas ocasiones propicia estos puntos señalándolos como puntos 'limpios'», subraya Ecologistas.
«A pesar del incumplimiento manifiesto que hace el Ayuntamiento de Boadilla de Rioseco de la Ley 7/2022 de residuos y suelos contaminados, que obliga a separar y no mezclar los residuos e intentar obtener un buen resultado medioambiental de la gestión, desde el Servicio de Medio Ambiente, lejos de buscar una solución al problema, se limitan a confirmar que no existe ninguna autorización para colocar estos puntos de recogida de residuos peligrosos y que hay un convenio entre la Consejería de Medio Ambiente con las mancomunidades y ayuntamientos. Convenio que se ha solicitado a la Dirección General de Infraestructuras y Sostenibilidad Ambiental de la Junta de Castilla y León y del cual no hay contestación, mientras los vecinos de Boadilla siguen sufriendo los efectos perjudiciales de la nefasta gestión de los residuos en su localidad», añade.
«En el casco urbano hace años que se vierten incontroladamente aceites de maquinaria agrícola, envases de pesticidas, neumáticos y otros restos de gran toxicidad sin que exista una ordenanza municipal que lo regule. Los vertidos se han multiplicado durante los meses de julio y agosto, el aceite se ha vertido al suelo, se han depositado nuevos envases de productos de alta toxicidad y no se han retirado los neumáticos ni el resto de residuos», detalla Ecologistas en Acción.
«Hace algo más de un año se construyó, junto al depósito municipal de agua, una plataforma de hormigón con vallado, sin cerrar y sin control por parte del ayuntamiento, donde se instaló un contenedor para gestionar supuestamente los escombros de obra menor que, con el paso de los meses, se ha convertido en un nuevo vertedero de neumáticos, enseres y electrodomésticos usados, mientras los escombros de obra se siguen depositando en solares, cunetas y otros lugares no habilitados», concluye.
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