Aguilar de Campoo: «Nuestros valores son parte de la historia que atesoramos»
Como escribió Azorín: «No hay pueblo español, chico o grande, que no encierre una enseñanza»
La historia que atesora un municipio es uno de los valores más importantes que puede enarbolar como bandera. Sus antepasados sentaron las bases de lo que hoy somos y tenemos, de dónde hemos llegado y qué logros hemos culminado pero, también, forjaron los instrumentos necesarios para mirar al futuro, un futuro prometedor y ambicioso.
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La historia de Aguilar se remonta a las evidencias de sus yacimientos arqueológicos, en cuya investigación y divulgación siempre ha estado comprometido el Ayuntamiento. Gracias a este esfuerzo, se ha hecho visible a las generaciones futuras que se han convertido en defensores de un pasado con el que forjarán su futuro. Resultaría del todo imposible entender Aguilar de Campoo, como villa realenga y marquesado, sin tener en cuenta el importante papel que desempeñaron el clero, la iglesia y los nobles, y su influencia e intrigas en la corte con el paso de Carlos I por Aguilar.
La acción política de cualquier administración debe pivotar sobre muchos elementos, pero se consolida cuando bebe del conocimiento, la transmisión y la conservación de su legado histórico.
Al rico atractivo que caracteriza nuestra villa –cultural, patrimonial, paisajístico– le pone nombre y le sitúa cada una de las vivencias, anécdotas, relatos, leyendas y crónicas que han ido dejando su impronta y su huella en los rincones que configuran el conjunto histórico. Que el visitante, pueda leer entre sus piedras, sus calles, sus fachadas y sus murallas para entender, valorar y apreciar, todo lo que, más allá de un rato o ruta de ocio y entretenimiento, resulta imprescindible para cautivarles.
Sus vecinos son actores, contadores, relatores… imprescindibles en la transmisión de la historia. Como alcaldesa, me siento profundamente orgullosa de todo lo que Aguilar posee y puede ofrecer y estoy segura de que ningún esfuerzo, actividad o iniciativa resultan suficientes para sensibilizar a nuestros vecinos y visitantes.
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Desde luego cualquier ayuda y apoyo son necesarias, y la complicidad entre administraciones, siempre fluida, no debe faltar. Así ha venido siendo y en esa confianza seguiremos trabajando. Como escribió Azorín: «No hay pueblo español, chico o grande, que no encierre una enseñanza».
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