«Trabajar con objetos es una forma de trabajar con personas»
Chema Madoz: Premio Nacional de Fotografía Piedad Isla
Fernando Caballero
Jueves, 6 de noviembre 2014, 21:11
José María Rodríguez Madoz, conocido como Chema Madoz, se unirá hoy a la aún corta lista pero llena de prestigiosos profesionales que han ganado el premio Nacional de Fotografía Piedad Isla, que concede la Diputación de Palencia. En un acto público, que comenzará a las 12:00 en el Palacio Provincial, recogerá el testigo de Cristina García Rodero, Ramón Masats, Ouka Leele y Colita.
¿Conocía a Piedad Isla?
No. El premio me ha permitido conocer su trabajo, que me ha dejado sorprendido.
Coge el relevo de prestigiosos fotógrafos ganadores del premio.
Son todos grandes fotógrafos, algunos también amigos, y con una trayectoria muy reconocida. Los otros galardonados dan al premio un empaque añadido.
Su obra no es documental ni periodística. ¿Se conforma con que se la defina como una obra artística?
No me preocupan mucho las definiciones. Me preocupa más el enfrentamiento que pueda tener el espectador con la imagen. A partir de que el espectador se encuentra con las fotografías, sobran las etiquetas. Mis imágenes están elaboradas previamente y se fotografían después, cuando ya todo está construido y la fotografía únicamente lo que hace es registrar algo que se ha generado con el único fin de ser fotografiado.
¿Qué le llevó a expresar su sensibilidad a través de la fotografía?
Como ocurre en la mayoría de las ocasiones, uno llega a donde está por pura casualidad. Nunca se me hubiera pasado por la cabeza que pudiera acabar siendo fotógrafo. No había tenido una relación especialmente estrecha con la fotografía. Compré una cámara para, como todo el mundo, salir de vacaciones y poco más. A partir de ahí empecé a reparar un poco en las posibilidades que ofrecía el medio, que era, por ejemplo, una mayor distancia con la idea de realidad de lo que yo hubiera pensado en un primer momento. Cómo ordenabas o lo trastocabas algo de lo que aparecía en la imagen y estabas condicionando la lectura que luego un posible espectador tenía de esa imagen. A partir de ahí, se inició un proceso de aprendizaje y de investigación en el que vas intentando elaborar un lenguaje que de alguna manera te identifiques con él y lo sientas como propio y personal.
Estudió Historia del Arte. Seguro que realizó muchas fotografías de monumentos, cuadros, esculturas. ¿Qué proceso se dio hasta llegar a crear ese lenguaje que siente como suyo?
Un proceso bastante lento, en la medida en que yo no conocía nada de la historia de la fotografía, porque en aquellos años en la universidad no se estudiaba. Me llevó más tiempo del necesario que si el aprendizaje hubiera estado incorporado a la Universidad o a la escuela. Estuve un tiempo tanteando esas posibilidades. En un primer momento, el trabajo mio gira en torno a la figura humana. Luego el motivo cambió y las fotografías empiezan a centrarse en los objetos. Desde mis primeras imágenes, ya veía yo un pequeño hilo conductor que podría relacionar trabajos tempranos y trabajos posteriores.
¿Cómo es el proceso de transformar la obra desde su mente hasta el papel fotográfico?
Pasa por varias fases. Habitualmente suele haber un pequeño dibujo previo, que me sirve para hacer un acercamiento y ver cómo puede funcionar visualmente. Luego, busco los objetos necesarios, los traigo al estudio, trabajo con ellos y empiezo a elaborar la imagen. Una vez que tengo montado el objeto, trabajo con luz natural, buscando esa luz que acerca al objeto y a la imagen a lo que yo tenía en un primer momento en la cabeza. Luego ya fotografío, revelo y copio, lo normal.
Dice que trabaja en el estudio. ¿Lo ha hecho también fuera de él?
La gran mayoría de las imágenes se elaboran en el estudio, pero no es un estudio fotográfico. Es un espacio interior que me permite trabajar con diferentes luces. Es una especie de taller. También hay otras imágenes que están elaboradas en el campo, en la ciudad o en otro lugar.
¿Por qué le gusta trabajar sin color? ¿Da más sensación de irrealidad a sus obras?
El blanco y negro marca una distancia con la idea de realidad. Evidentemente, la percepción que tenemos de ella es en color. El blanco y negro pone en evidencia de una manera muy patente que ante lo que estamos es ante una representación de la realidad. Por otro lado, el carácter de mis imágenes se aparta también en cierta medida de lo que entendemos por realidad. Para mí el blanco y negro es un ámbito como muy natural, teniendo en cuenta el tipo de imágenes que realizo. Si el carácter fuera otro o el día de mañana mi trabajo da un vuelco y empiezo a trabajar con otras claves y otras constantes, a lo mejor es el momento de considerar el uso del color.
¿Qué tienen los objetos para convertirlos en protagonistas de su obra?
Los objetos son como los depositarios de todos nuestros deseos. Están creados y generados por nosotros para cumplir todo aquello que deseamos en nuestro entorno. Si quieres descansar, tienes una cama; si tienes sed, echas mano de un vaso de agua Los objetos cubren todas nuestras necesidades, y de alguna forma esto les dota de un carácter muy especial. En definitiva, trabajar con los objetos es una forma de trabajar con las personas y con nuestros propios sueños.
¿Qué busca con los objetos? ¿Reinterpretarlos?
Reinterpretarlos, no. Creo que las imágenes ponen en evidencia aspectos que están latentes en los propios objetos. En muchas ocasiones, la metodología cambia. Hay objetos que con el simple hecho de cambiarlos de lugar, de deslocalizarlos, cambia radicalmente la mirada que tenemos de ellos, porque ofrecen aspectos que habíamos llegado a intuir, pero que no los habíamos hecho conscientes. Hay otras maneras de trabajar con los objetos, en algunos casos más violenta, entre comillas, en la medida que supone casi una alteración y una manipulación muy evidente de algunas de sus partes para poder relacionar o interrelacionar con otros. Hay objetos que a lo mejor no existen como tales, sino que se generan y tienen un carácter más cercano a la idea de escultura; otros se abordan desde una perspectiva distinta, porque están más cercanos a la idea de acción. Aprovecho para trabajar también el aspecto gráfico, que siempre me ha interesado mucho.
¿Se acuerda cuál es la primera fotografía que realizó para transformar la realidad de los objetos?
Una llave en la que el agujero que normalmente sirve para engarzar en el llavero se había recortado y transformado en una cerradura. Era un simple corte en el círculo superior que ponía en relación dos evidencias: la llave para ejercer su función necesita de la cerradura y la imposibilidad de utilizar la llave forzándola sobre sí misma. Me interesaba llegar a la conclusión de que muchas veces estamos buscando las soluciones fuera, mientras que están dentro de nosotros mismos. Son imágenes que intentan hacer reflexionar un poco al espectador por las diferentes posibilidades que ofrece.
¿Este simbolismo con el que dota a los objetos obliga al espectador a hacer un esfuerzo añadido?
Evidentemente. Lo que obliga al espectador es a hacer un ejercicio de reflexión, porque se encuentra con objetos cotidianos abordados desde una perspectiva inédita. Con que un espectador saliera de una de mis exposiciones con la mirad más atenta y con la idea de no dar todo por sabido, porque a poco que prestemos atención a los objetos surgen infinidad de posibilidades, podría dar por satisfecho.
¿Qué trabajo recuerda con más cariño?
Hay tantos y depende del momento... Son casi 25 años trabajando y he realizado infinidad de fotografías. Algunas les tienes un cariño especial. Hay una, de las más conocidas, que es un espejo sobre una pared en el que se apoya una escalera. El espejo devuelve el reflejo y crea una especie de espacio virtual en el que parece que se puede entrar al otro lado del espejo. Tiene una carga literaria, con Alicia Alicia a través del espejo y la posibilidad de transformar un espacio real en algo totalmente imaginario, con un gesto tan simple como el de apoyar una escalera sobre un espejo.
¿Cómo es de difícil trabajar con luz natural?
En absoluto es difícil. Utilizo la luz natural como una especie de contrapeso. Son imágenes que se basan en que todo es artificio y el uso de la luz natural lo devuelve a un terreno más cercano a la idea de realidad. Se entremezclan esa querencia o intento, por un lado, de alejarse de la realidad, pero por otro se sigue insistiendo que estamos dentro del territorio de lo real. También las calidades que ofrece la luz natural son absolutamente maravillosas.
Sus imágenes se califican como poéticas. ¿La fotografía es poesía?
La fotografía comparte con la poesía ese interés por intentar comunicar emociones, conceptos e ideas, en ambos casos con brevedad, con los mínimos elementos posibles y con intensidad. Hablamos de dos lenguajes distintos. Uno lo hace a través de la palabra y el otro, a través de la imagen. Que mis fotografías puedan ser consideradas poéticas, me parece un halago.
¿Qué opina de la dimensión publicitaria de su obra?
Trabajo con la firma Purificación García desde hace muchos años. Fue una propuesta que vino de su parte, y partía de unos supuestos que difícilmente te encuentras dentro de este mundo. Me ofrecieron toda la libertad del mundo a la hora de realizar las imágenes. Su apuesta vino además en un momento en el que mi trabajo tampoco era especialmente conocido. Sin embargo, en general mantengo bastante distancia con todo lo que tenga que ver con el mundo publicitario.
¿Y la imagen de los platos en una alcantarilla para una campaña contra la pobreza en Israel? ¿Tiene una dimensión más solidaria?
Fue una solicitud que me hicieron de Israel. La imagen estaba asociada al problema con el que se pueden encontrar los que viven en la calle. Me parecía una causa que lo merecía.
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