Matando la tarde

El centro de la ciudad estaba en calma la tarde de ayer. Calor, niños jugando... Todo parecía propicio para una jornada tranquila de julio. Pero de repente, de la puerta de un restaurante de comida rápida salieron unas extrañas figuras. Brazos demacrados, caras descompuestas por la putrefacción. Unos pocos supervivientes, liderados por un sheriff y un hombre con un hacha gigante, escapaban corriendo de los torpes andares de una manada de zombis en plena calle.

No es una escena de The Walking Dead. Se trata de la primera marcha Zombie Rise que organiza la asociación juvenil Japan Town en Palencia. Los participantes, unas 25 personas (más 5 invitados de Valladolid), se han estado acicalando durante más de dos horas y media. Látex, sangre falsa, maquillaje y papel higiénico: con apenas 60 euros de material y ganas de asustar a los viandantes, los zombis iniciaban la persecución por toda la calle Mayor.

A pesar de su terrorífico aspecto, los muertos vivientes de la marcha palentina tenían aficiones muy humanas. Así lo demostraron al visitar algunos establecimientos de cómics, juegos o ropa. «Estos son unos zombis capitalistas», decía atónito uno de los supervivientes.

Las reacciones de los transeúntes eran de lo más variadas. Un señor que se reía al verles, otro que apartaba la mirada, un niño que se agarraba fuerte a la pierna de su padre... Hasta un hombre que preguntó a su pareja:«¿Están rodando una película?». Las más acobardadas, las señoras que huyeron despavoridas de su asiento bajo el Monumento a la Mujer mientras los zombis intentaban escalarlo. Incluso los turistas, divertidos, observaron el espectáculo al ver entrar a los zombis en la sede de PalenciaTurismo. «Así es como damos la bienvenida aquí», intentaba disimular el responsable de la oficina ante los foráneos.

La marcha terminó en la Plaza Mayor con conclusiones positivas. «Para ser la primera vez y en verano, no está mal», dijo Marco AntonioSaldón, presidente de Japan Town. Los zombis desaparecieron, aunque no descartaron volver a Palencia. Aunque sea para hacer unas compras.