Simple material orgánico

Corremos el peligro de que la ética se convierta en insolente ejercicio de humanidad, y que olvidemos que la moral está en el origen de la ética y tal vez no es su final. La ética impoluta es aquella que hace justicia de la moral y Justicia de lo que a menudo juzga justo sin serlo. No queremos que la política sea el resumen de nuestro tiempo, pero la ética que la ha suplantado nos ha hecho prisioneros de por vida. El poder humano de persuasión es infinito pero no es eterno. De consuno, el humano adolece de atención, exhibe un déficit de atención a la vida ajena, tan solo atiende a aquello que, sin saberlo, lo deshumaniza. No vemos la realidad de la vida, la imaginamos durante toda nuestra vida y la inventamos, inventamos lo que no existe.

No hay que descartar que hagan de nosotros máquinas pensantes incapaces de escapar a su algoritmo de vida. No seremos ya seres enteramente humanos sino simple material orgánico.