Qué suerte la de Díaz Ayuso con Rufián. Hace tiempo, cuando veíamos actitudes derechonas (en público o en privado) lo primero que pensábamos era que ... ese tipo o esa tipa era una fábrica de votantes de Podemos. Ahora pasa con Rufián pero en otro sentido. A ver, alma de cántaro, o de botijo, que estás dando votos a la presidenta madrileña.
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No quiero que los madrileños tengan ventajas fiscales. Dumping. A mí el dumping me suena a chino. A dimsus. De gambas, de bogavante… Que no voy a entrar en la imposibilidad práctica de armonizar las legislaciones fiscales de hoy para mañana. De ir en contra de las autonomías. Pide para el sí a los Presupuestos que Pedro Sánchez le entregue a la hija primogénita de un madrileño (ni siquiera la de Sánchez).
Y sale Ayuso a lo Godzilla: «Seré la peor pesadilla… si empiezan a tocar los bolsillos a los contribuyentes madrileños para pagarle la fiesta… al independentismo». Y mientras, haciendo caja de votos.
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