Óscar Costa

Hay, Princesa

Con el Princesa al Hay, Segovia ya se sale de fase, se sale de horma. Que lo tengan en cuenta quienes vengan tras la peste a decir qué es Cultura y qué no

Jesús Nieto Jurado

Valladolid

Domingo, 14 de junio 2020, 09:14

Las princesas ya no quieren ser niñas, sino epidemiólogas, cooperantes y zoólogas. Climatólogas y oceanográficas y poco dadas a las regatas. Algo de poetas también, ... claro, bajo los hayedos de Segovia que le vienen a dar bruma norteña al secarral. La cosa es que en estos tiempos duros, con la Cultura devenida en un guirigay de gente de la cuerda que se quedó sin subvención, le han dado el 'Princesa de Asturias' al Hay Festival. Y yo que lo celebro por lo que me toca y porque a los 'monarquiquillos' estéticos nos cayó bien siempre Juan Carlos y nos gusta esta socialdemocracia –los premios y las gaitas–- que pasa cada año por Oviedo para que Diego Medrano le saque color y verso.

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Quiero decir que en este festival donde pasa Vargas Llosa en un camión de bomberos y se recita a la sombra de un comunero, yo creo que vi a Carlota de Mónaco y me sentí principesco y canallita. Por eso tengo que alegrarme de que a una vieja amiga como a Sheila Cremaschi le reconozcan su trabajo incansable en una industria jodida y endogámica que el Hay, sin embargo, ayuda a dignificar como se debe.

Yo sé que el Hay de este año será raro, como raros los tiempos que nos han tocado vivir. Habrá distancia pero habrá recital en el temblor de septiembre: allí estaré yo en el Palacio de Quintanar viendo, de nuevo, que no todo está perdido. Que después de la pandemia quedaron rescoldos y que, si olvidamos lo sublime, iremos más de culo que San Patrás, que diría un castizo.

Con el Princesa al Hay, Segovia ya se sale de fase, se sale de horma. Que lo tengan en cuenta quienes vengan tras la peste a decir qué es Cultura y qué no.

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