Parálisis política regional
LA ESPITA ·
Populares y socialistas de Castilla y León están atenazados por lo que pueda pasar en las elecciones madrileñas del 4 de mayo, Ciudadanos se mueve desacelerado y Podemos ni estáLa política en España en las últimas semanas es una montaña rusa. Lo que hoy anima, mañana deprime; lo que hoy parece irreversible, mañana es ... una anécdota. Hace una semana parecía que Isabel Díaz Ayuso cabalgaba a lomos de un desbocado caballo electoral que le garantizaría mayoría aplastante el 4 de mayo. 48 horas después de un debate (¿o fue un de-váter?) en el que la candidata de Vox ha mostrado la garra de la extrema derecha, lo que hace una semana parecía claro se ha transformado en una movilización de las izquierdas que puede dar al traste con las aspiraciones de Pablo Casado y el PP de mantener el Gobierno de Madrid y asaltar los cielos de La Moncloa contra Pedro Sánchez.
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Una montaña rusa es la política en España y, sin embargo, en Castilla y León muestra un alarmante estado de parálisis, que ofrece esta fotografía: Primero, tiene atenazados al PP de Alfonso Fernández Mañueco y al PSOE del que es secretario general, que no líder, Luis Tudanca; segundo, Ciudadanos está desacelerado, producto de esa bicefalia pueblerina entre el vicepresidente y consejero de todo lo de este partido en la Junta, menos Cultura porque no llega, Francisco Igea, y el presidente de las Cortes, Luis Fuentes, estos días hiperactivo con el V Centenario de los Comuneros. (Por cierto, ¿qué pensarían Padilla, Bravo y Maldonado si levantasen la cabeza y viesen a este y otros políticos filosofando sobre las esencias comuneras? Del susto, seguro que volvían a la tumba sonrojados y lamentando que lo que hicieron no haya servido de mucho); y, tercero, Podemos, con un desdibujado Pablo Fernández, ni está ni se le espera.
Todos pendientes de Madrid. Por distintos motivos, claro. Tudanca, si gobiernan las izquierdas, gana doble; por un lado, porque el bloque en el que se mueve arrebata una esencial cuota nacional de gobierno a la derecha; y, por otro, porque personalmente se quita de en medio a la ministra Reyes Maroto, clara rival para las aspiraciones del secretario regional, que no líder, de seguir como cartel electoral socialista en 2023. Maroto será la vicepresidenta económica de Madrid si este acaba siendo de izquierdas, pero deja un peligroso mensaje quedándose en la capital: ¿Prefiere ser segunda de algo por si no llega a primera de nada?
Pero el atenazamiento de los socialistas aquí va más lejos y tiene el horizonte otoñal del congreso federal. Cada dirigente, con independencia de su relevancia interna, ya está mirando por sí mismo. En esa cita quien más se juega es el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, que para eso es el responsable socialista de Castilla yLeón con mayor cualificación en la ejecutiva federal. No se puede permitir perder ni un gramo de ese peso orgánico de cara a las municipales de 2023, que serían las de su consagración como Alcalde, así escrito, con mayúscula.
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En esa parálisis política regional, es harto incomprensible que Mañueco no haya acelerado los planes de Gobierno una vez superada la moción de censura. Si no ve que seguir con este equipo de consejeros es un lastre para sus planes, necesita de una revisión oftalmológica. Más cuando Tudanca ha optado por la política del '¿A que...?' Después de pasarse semanas anunciando una moción de censura que acabó presentando a la fuerza, ahora anuncia otra comisión de investigación de la pandemia en las residencias de mayores. ¿A que la presento en las Cortes?, lleva días diciendo. Menos anuncios y más trabajo. No le hace falta una comisión en las Cortes: le basta con elegir dos provincias, la de más población y la de menos, y analizar con sus medios, esos procuradores tan bien pagados que tiene, qué pasó en las residencias de ancianos de esas provincias. El resultado sería claramente extrapolable al resto de la comunidad. Pero, evidentemente, para eso hay que trabajar y este verbo en este PSOE regional no se sabe conjugar en primera persona del singular del presente de indicativo.
Claro que para enseñar a los demás lo que deben hacer ya está Luis Fuentes, que además de filosofar sobre los comuneros se permite repartir carnets de periodismo. El Día de la Comunidad, en la Cadena Ser, llegó a decir que «a los medios de comunicación a lo mejor les interesa más transmitir los tres minutos» de la bronca del último pleno de las Cortes que «no las nueve horas en las que se aprobaron ayudas a actividades económicas importantísimas». A ver si lo entiendo: ¿Una consejera de Ciudadanos insulta a una procuradora del PSOE, de la que pone en duda su salud mental, se monta el lógico escándalo y la culpa de que se sepa, según Fuentes, es de la prensa? Matar al mensajero. Pues sí que está mal la política en Castilla y León.
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A ver si llega pronto el 5 de mayo...
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