Miro al cielo, busco la luna y me parece estar oyendo a mi padre. Nacisteis en buena luna. Anuncian un otoño de pesadilla, una crisis ... nunca vista. Decía mi padre que nací en buena luna. Todas eran buenas para quienes venían de la guerra, la posguerra, el hambre... Veintitantos años de luna negra hasta que empezaron a sacar un poco la cabeza. Mucha de esa gente ha muerto estos días, sola, como perros, no hubo misericordia para ella. Vivieron y murieron en mala luna, Dios nos confunda.
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Que nos atemos los machos, que viene una crisis feroz y uno se pregunta cuándo hemos salido de ella. Llevamos toda la vida luchando contra el paro, la miseria, la recesión, la inseguridad... Casi no habíamos acabado de salir de la infinita posguerra cuando llegó la crisis del petróleo, eran los setenta. ¿Se acuerdan? Los Pactos de la Moncloa y todo aquello, ya muerto Franco. Después, la Reconversión industrial, años 80, el aniquilamiento de sectores como el siderúrgico, el naval, el minero... Llegó el 90, el 92, el 93, con una importante recesión y niveles estratosféricos de miseria.
Veníamos de la Expo, de los Juegos Olímpicos, qué fiesta. Se devaluó la peseta, 25% de paro, disminución de subsidios de desempleo... Y, burla burlando, llegamos, alicortos, a 2008, a la crisis financiera de la que no hemos salido, cuando acontece el puto virus. ¿Crisis? ¿Qué nos van a contar a nosotros de crisis, si no hemos visto otra cosa; si esta luna negra nos acompaña desde lo más antiguo de la memoria de mi padre, que hace mucho que no está?
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