Un juez en el camino de Mañueco
LA ESPITA ·
En el momento políticamente más dulce del presidente del PP regional (PSOE y Vox a la baja y colocando un peón en la dirección nacional), vuelve a la palestra la Perla NegraSi al presidente de la Junta y del PP de Castilla yLeón, Alfonso Fernández Mañueco, le hubiesen dicho a principios de año que iba a ... experimentar en diciembre la placidez que siempre da que las cosas en política te pinten bien, seguro que no habría hecho mucho caso. Y, sin embargo, ya ven, ahí tienen a Mañueco feliz con cómo le van las cosas. Feliz, ¿feliz del todo? No existe la completa felicidad en política. ¡Si lo sabe el presidente! Lean y verán.
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Mañueco tuvo un primer semestre del año electoralmente de cine. Se había quitado de encima al consejero de la Presidencia que tenía, Jesús Julio Carnero, quien no midió y se autoerigió antes de tiempo en sucesor presidencial. Le forzó a ser candidato a la Alcaldía de Valladolid y, ¡bingo!, el pacto con Vox le entregó el bastón de mando. Tanto para Mañueco. Un problema interno menos para él. Las municipales le permitieron al presidente de la Junta fumarse un puro (metáfora con la que el paisano Peridis siempre retrataba en su viñeta a Rajoy) y cuando aún no lo había reducido del todo en ceniza llegaron las generales que adelantóPedro Sánchez y, ¡oh!, aunque Alberto Núñez Feijóo se quedó con las ganas de entronizarse en La Moncloa (¿Por qué mantendrá el líder gallego a su lado a quien le aconsejó no ir al último debate electoral, el de TVE?), Mañueco hizo caja, electoralmente hablando: le manducó cinco de los seis diputados nacionales al Vox del 'vicenada' Juan García-Gallardo. Plácido verano presidencial en el Colegio de la Asunción, sede de la Presidencia de la Junta.
En otoño, el pacto de Sánchez con el prófugo Puigdemont, además, le ha permitido al presidente de la Junta y del PP regional que la calle compare a su partido con el de Abascal y, claro, los saltos ante las sedes socialistas de 'Cazacomunistas' Veganzones y el megáfono en mano del 'vicenada' gritando en las calles contra Sánchez no hacen sino trasladar al electorado de derechas que para partido de orden el PP, que como les dejen a los de Vox, que ni siquiera saben gestionar y hacer que les luzca en las consejerías donde tienen mando en plaza...
El Gobierno del PSOE y Sumar en manos del prófugo de Waterloo no hace sino regalarle a Mañueco el soniquete con el que va a responder (ya lo está haciendo) a todos y cada uno de los ataques (que no críticas, que para criticar hay que saber y la dirección socialista en Castilla y León no sabe) del secretario regional del PSOE, que no líder, Luis Tudanca, y su guardia pretoriana de Ana Sánchez, Patricia Gómez Urbán y Nuria y Rosa Rubio, quienes se han quedado con un palmo de narices viendo el ascenso ministerial de Óscar Puente y Ana Redondo (a la que le hicieron pasar las de Caín tras el aterrizaje tudanquista al frente de la ejecutiva regional del partido). ¡Ah! ¿Qué hay gobierno nuevo sanchista?, se interpelaron en la Junta hace unos días? Toma cartas a todos los ministerios para advertirles de las carencias de inversión en la región. A pedir no hay quien le gane al PP de estas tierras.
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Y tras todo esto va Feijóo y remodela el equipo nacional del partido y en el sorteo al PP de Castilla y León le toca el puesto de portavoz en el Senado, con la exconsejera Alicia García, que se ha estrenado con la sonora metedura de pata de que el PP se erigirá (sic) en muro en la Cámara alta frente al muro a la derecha que anunció Sánchez en su investidura.Pero donde verdaderamente ha conseguido Mañueco ejercer de barón regional con peso es en la entrada de la presidenta del PP de León, Ester Muñoz, como vicesecretaria de Sanidad y Educación. Una mañuequista de tomo y lomo con mando en Génova. Alicia García ni es mañuequista (es lo que queda en primera línea de los estertores del herrerismo) ni Mañueco la considera de las suyas. ¿La prueba? La designación en el Senado la recibió Mañueco como guiño (sic) al PP regional; la de Muñoz, como «ganar peso» en la dirección nacional.
Mañueco, con todo de cara en 2023. ¿Todo? Pues no, por que no existe la completa felicidad en política. Una decisión judicial se ha cruzado en su camino. La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Valladolid ha fijado para febrero de 2024 el juicio de la Perla Negra, que deberá dirimir si los 12 acusados que se sentarán en el banquillo, entre ellos la excúpula del PP en la Consejería de Economía entre 2005 y 2011, y empresarios afines a este partido cometieron delitos de revelación de secretos, tráfico de influencias, prevaricación continuada, fraude a la administración, malversación de caudales públicos y cohecho por la compra de un edificio en Arroyo de la Encomienda y las parcelas para un parque empresarial en Valladolid. El primer gran caso de corrupción de Castilla y León. Vuelve la palabra (corrupción) vinculada a la gestión del PP en la Junta en la primera década del siglo XXI. La felicidad nunca es completa en política.
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