La especie equivocada
«Creemos controlar los elementos de los que depende la vida, pero estamos lejos de conocer los infinitos mecanismos secretos de los seres vivos y la arrogancia nos empuja a pretender diseñar el futuro de Lo Vivo»
Repugna a la razón comprender cómo un simple y microscópico virus de vida, es capaz de tener en jaque a la totalidad del planeta humano, ... la especie racional con su civilización, que ha conquistado el dominio de la ciencia y la técnica, pero es incapaz de derrotar a una vida minúscula que solo trae la muerte. La soberbia de nuestra civilización ha olvidado que la vida en el planeta es muy anterior a la nuestra, somos parte de la Naturaleza, no al contrario y con la aparición del coronavirus, la Naturaleza se toma un respiro a costa de un terrible precio para la especie que lleva siglos agrediéndola y expoliándola
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Comerciamos y consumimos animales vivos, el aullido del animal que a cada minuto sacrificamos esconde una verdad profunda que ahora se manifiesta sin piedad «yo no soy tu enemigo, pero tú no lo comprendes».
Creemos controlar los elementos de los que depende la vida, pero estamos lejos de conocer los infinitos mecanismos secretos de los seres vivos y la arrogancia nos empuja a pretender diseñar el futuro de Lo Vivo. El desprecio a los animales por el poder de las cosas materiales es un inmenso error que no queremos ver y que acerca la extinción de la especie. Sin personas, el planeta vivirá con animales. Sin animales, el planeta también vivirá sin personas. La vida humana renuncia a ser Naturaleza, el hijo pródigo renuncia a su origen en un suicidio consciente. La Naturaleza conoce su oficio, nosotros aún no conocemos el nuestro.
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