A mí de pequeña me enseñaron que no se debe exigir algo a otra persona si uno mismo no es capaz de llevarlo a cabo. ... Un aprendizaje que te hace ser más humilde y empático con el resto del mundo. Pues me temo que nuestros políticos, para nuestra desgracia, no lo aprendieron igual que yo. Y es que mientras el Gobierno no deja de exigir esfuerzo, responsabilidad, confianza y entrega a toda la ciudadanía, ellos se saltan la cuarentena por ser «imprescindible su presencia», cobran casi 2.000 euros al mes por dietas de desplazamiento al Congreso o al Senado (cuando ha estado prácticamente cerrado) o evitan preguntas que no les interesan, como saber si se van a bajar el sueldo para contribuir a la crisis económica derivada por el coronavirus.
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No puedo por menos que sentir frustración e indignación ante esta situación que no deja de empeorar por momentos, debido a las nefastas decisiones que se están tomando desde el Gobierno. Mientras la deuda pública no deja de crecer, y ya vamos por más de un billón doscientos mil euros, muchas familias luchan para que sus ahorros les lleguen hasta que cobren los Ertes, y es que todos aquellos que empezaron el 13 de marzo en esta situación, no han visto ningún ingreso hasta este 3 de mayo, e incluso muchos aún no lo han cobrado.
No hay derecho, no se puede exigir tanto sacrificio a una sociedad que lo está dando todo y no predicar con el ejemplo. A ver si entre los expertos meten a Pepito Grillo y les ayuda con este tema, que a lo mejor contribuye más que otros.
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