Vehículos militares del ejército israelí. Reuters

Guerra de Gaza, hacia el tercer año

«A la espera de su cercana victoria en Gaza frente a Hamas, el gobierno de Netanyahu ha endurecido también su frente en Cisjordania»

Agustín Remesal

Valladolid

Sábado, 20 de septiembre 2025, 08:59

Con la invasión de la Franja de Gaza por el ejército israelí, la embestida bélica que comenzó hace casi tres años como una guerra de ... aniquilación contra Hamás y represalia vengativa tras la masacre de más de 1.500 ciudadanos israelíes secuestrados y muertos, se ha transformado en una operación para arrasar la Franja palestina. Las órdenes militares de Benjamin Netanyahu apuntan ahora a ocupar el centro de Gaza, expulsando de aquel derruido territorio para siempre a sus habitantes palestinos y aniquilando a sus enemigos de esa tierra superpoblada, el último bastión de las milicias de Hamas. Se supone que ese ejército palestino subterráneo, camuflado en superficie entre la población pistola en mano, dispone aún de unos tres mil combatientes atrincherados en sus túneles bajo la ciudad de Gaza. En esas profundas galerías Hamas aún mantiene al menos a 48 rehenes israelíes, la mitad de ellos vivos.

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La ciudad de Gaza, donde han entrado ya tres divisiones del ejército israelí, ha sido arrasada: la casi totalidad de su pobre infraestructura sanitaria, el suministro de alimentos y el 80 por ciento de sus edificios han sido destruidos. Sólo cuatro hospitales están operando al 20% de su capacidad para una población de más de dos millones de gazatíes. La ofensiva terrestre ordenada por Netanyahu persiste con esa guerra mortífera hasta alcanzar un objetivo final nada sorprendente: aplastar al enemigo cada día más frágil con la potente capacidad del ejército israelí, cuyas tropas están compuestas por más de 170.000 soldados en activo.

A la espera de su cercana victoria en Gaza frente a Hamas, el gobierno de Netanyahu ha endurecido también su frente en Cisjordania. Es otra guerra que no cesa contra los palestinos que viven en esa tierra, sólo aparentemente pacífica desde hace más de medio siglo, donde los colonos judíos han relanzado ahora sus ataques. Más de mil palestinos han muerto ya en su Cisjordania, donde viven en permanente agresión 700.000 colonos judíos. Ellos ocupan ya una tercera parte de la superficie de ese territorio adjudicado a los palestinos por los Acuerdos de Oslo, firmados con Israel hace tres décadas. En su política rutilante para instalar la paz en aquellos territorios que apunta él con trágica ficción, Donald Trump intenta ahora apoyar a Israel y deslegitimar allí a la Autoridad Palestina, lo que facilitaría justificar el control israelí permanente tanto de Cisjordania, como de Gaza.

Cisjordania arde también en llamas. El ejército israelí ha llevado a cabo durante las últimas semanas repetidas incursiones a gran escala en ciudades palestinas de Cisjordania con bombardeos de drones y fuerzas terrestres. Siguiendo esa misma estrategia puesta en práctica desde hace varias décadas, los colonos judíos, bien armados, atacan a los palestinos en una ofensiva arrasadora, a veces imperativa y chulesca, en aquellas pequeñas poblaciones de Cisjordania. Esas agresiones protagonizadas por los colonos religiosos más violentos se llevan a cabo mientras las fuerzas de seguridad israelíes asisten a la escena haciendo la vista gorda. El cuarenta por ciento de ese territorio palestino está siendo ya ocupado en Cisjordania para ser sustituido por las colonias israelíes. La violencia cotidiana es allí omnipresente frente a la fuerza de la comunidad internacional aplicada por la ONU, que no parece lograr la detención de ese conquista avara e irrefrenable.

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La ocupación israelí de Cisjordania ha sido permanentemente insaciable por religión y estrategia. También los aliados de Israel, especialmente Estados Unidos, han minimizado e incluso ignorado deliberadamente la existencia de esa conquista israelí de territorios palestinos. Con su parsimonia y moderación actúa también ahora la Unión Europea, cuya Comisión ha dictado una suspensión parcial de sus Acuerdos comerciales con Israel. Es ésta una falsa sanción a Israel: para obligarle a cesar su estrategia destructora en Palestina, la Comisión de Bruselas pretende aprobar una tasa aplicable a los 5.800 millones de euros de exportaciones israelíes a la Unión Europea, una mínima parte de los 42.000 millones de euros del comercio bilateral anual. El coste de ese fingido castigo de aranceles a Israel se estima en 227 millones de euros anuales, una sanción simbólica.

Antes del 7 de octubre del 2023 la ciudad de Gaza era una metrópoli de 900.000 personas, epicentro político y económico con una población de 2,23 millones en la Franja de Gaza, a finales de 2022. Más de 67.000 gazaties han sido ya víctimas de una guerra larga y cruel.

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