Una cuarta parte de los estudiantes cree que existe acoso entre iguales en su centro escolar, y es ese mismo el porcentaje de alumnos que reconoce haber participado en tales acciones contra compañeras o compañeros. Son dos de las conclusiones de la encuesta realizada por la Fundación ANAR y la Fundación Mutua Madrileña. Las variaciones de antes de la pandemia a la normalización de la vida escolar deberán asentarse para permitir un análisis más preciso de la evolución del problema y sus distintas manifestaciones.
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Pero resulta especialmente preocupante que en el sondeo realizado un 45,4% del alumnado perciba que sus profesores directos no hacen nada al respecto, y que llegue al 61,7% el porcentaje de quienes consideran que el centro educativo se desentiende del asunto. Favoreciendo así su perpetuación cuando uno de cada cuatro alumnos admite haber sido partícipe de semejante injusticia.
La tendencia a 'privatizar' la cuestión dibuja el atropello puntual o continuado como si fuese resultado de dificultades individuales, en término de defectos de la víctima frente a excesos por parte del victimario. Lo que cronifica la indefensión como un mal colectivo.
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