Sánchez confía en el largo descanso del Congreso para orillar la presión de Junts
Llegado al segundo aniversario de su investidura, el jefe del Ejecutivo se afana en despejar los tambores de adelanto electoral
El objetivo de Pedro Sánchez en pleno estallido del 'caso Cerdán', probablemente la crisis que más ha hecho tambalear hasta ahora los cimientos de una ... legislatura inestable que ya ha alcanzado los dos años de duración, era sobrevivir al verano. Y lo logró. Ahora, a punto de cumplir el segundo aniversario de su investidura (este 16 de noviembre) y después un inicio del curso en el que, contra todo pronóstico, supo hacerse con la iniciativa política, su empeño declarado por agotar el mandato se enfrenta a otra dificultad, la ruptura de Junts. Pero en Moncloa, instalada en el lema 'cholista' del «partido a partido», asumen que llegar, como poco, a febrero, no será complicado. Y luego ya se verá.
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El calendario de plenos de aquí a final de año juega a favor del Gobierno. Hasta el 31 de diciembre tan solo quedan tres sesiones, dos de noviembre y una en diciembre, dado que la primera semana de cada mes siempre queda libre para que los diputados la dediquen, al menos sobre el papel, al trabajo en sus circunscripciones; y que la campaña de las elecciones al Parlamento de Extremadura, previstas para el día 21, en puertas de la Navidad, ha llevado a cancelar la actividad prevista en la Cámara baja para la semana del 16. Después, llegará enero, que, como establece la Constitución y salvo que de manera excepcional se decida lo contrario, es un mes inhábil.
Todavía es posible que se convoque algún pleno extraordinario para convalidar reales decretos leyes, como el que, en ausencia de Presupuestos, tendrá que revalorizar las pensiones. Pero en Moncloa dan por hecho que los posconvergentes no votarían en contra de iniciativas de esa índole y el pleno de este jueves, en el que los de Carles Puigdemont evitaron al Ejecutivo un varapalo del PP sobre el cierre de las nucleares, ha servido para terminar de convencerlos de que «no es tan fiero el lobo como lo pintan».
Solo quedan por delante tres plenos hasta final de año y enero es un mes inhábil en la Cámara baja
Es cierto, sin embargo, que en las semanas venideras, Junts tendrá la oportunidad de ratificarse en lo que lleva repitiendo desde hace ya veinte días, que Sánchez no tiene mayoría para gobernar. Porque aunque vayan a votarse dos asuntos que o tienen garantizado de antemano su apoyo – como el real decreto ley de ayudas a los pacientes de esclerosis lateral amiotrófica (ELA), esta misma semana– o son difícilmente rechazables –como un nuevo paquete de medidas para los afectados por la dana–, también tiene que votarse la senda de estabilidad presupuestaria que, por fin, aprobará el Consejo de Ministros este martes.
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La senda, acompañada del techo de gasto, es el escalón previo a la presentación de los Presupuestos y, habitualmente, sigue una tramitación de urgencia, por lo que lo previsible es que se incluya en el último pleno de este mes. Si no logra el apoyo del Congreso, y no lo hará porque Junts ya ha dicho que votará en contra, el Ejecutivo está obligado a volver a aprobarla (la misma o diferente) en el plazo de un mes, aunque fuentes de Hacienda aseguran que en este caso lo harían de forma inmediata.
Ese doble varapalo, significativo desde un punto de vista político, no hará en todo caso que Sánchez tire la toalla. Los socialistas creen que la apertura de un nuevo ciclo electoral con las elecciones extremeñas –a las que seguirán, en marzo, las de Castilla y León y a final de la primavera las de Andalucía– y la eventual investidura de Juanfran Pérez Llorca pactada por el PP con Vox como nuevo presidente de la Comunidad Valenciana pueden ayudar a rebajar la presión sobre el presidente.
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Generación Z
Lo que, en cambio, sí podría resultar determinante es que el Congreso tumbe las Cuentas de 2026, como el propio Ejecutivo da por seguro que ocurrirá si de verdad llega a presentarlas. Pero ese momento puede tardar aún meses en llegar. Sánchez, que llegó a prometer hace tan poco tiempo como el 14 de octubre que enviaría el proyecto a las Cortes antes del 31 de diciembre, evitó ya mojarse en la última ocasión que la prensa le preguntó al respecto, hace una semana. Y fuentes del Ejecutivo dudan de que se cumpla ese plazo.
El presidente afirma que llegará 2027 mientras se prodiga en actitudes propias de una campaña
Su mensaje sigue siendo, aun así, el de que también sin Presupuestos puede seguir adelante. Pero cada vez son más los socios que lo ponen en cuestión, y sea en previsión de lo que pueda ocurrir en el ámbito nacional o un intento de dar un empujón a su partido en unos comicios regionales que no pintan bien para el PSOE, lo que ya está claro es que Sánchez se ha enfundado el traje de campaña. Fue evidente en el debate parlamentario de este miércoles, en el que salió a la ofensiva contra los barones populares, pero también en la decisión de abrirse una cuenta en TikTok, la red social de la Generación Z, en la que, como antes de las generales de 2023, se afana en mostrar una imagen más humana y en la que, entre otras cosas, ofrece recomendaciones musicales o literarias.
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