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Dalianah Arekion.
La musa donostiarra de Givenchy arrasa en 'Cibeles'

La musa donostiarra de Givenchy arrasa en 'Cibeles'

Dalianah Arekion, protegida de Ricardo Tisci, se alza con el premio a la mejor modelo de la pasarela madrileña

Gloria Salgado

Lunes, 15 de septiembre 2014, 20:15

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Ricardo Tisci se quedó prendado de ella cuando, buscando una cara nueva entre cientos de fotografías, se topó con sus penetrantes ojos azules. Así fue como el director creativo de Givenchy convirtió a Dalianah Arekion en su musa y, por ende, en la modelo del momento tan solo tres años después de subirse por primera vez a una pasarela. A los pies de esta joven dulce y cercana que sobre la pasarela torna en felina y desafiante también se han rendido Custo Barcelona y el mismísimo Karl Lagerfeld, para el que protagonizó una campaña recientemente.

A las pasarelas por las que se desliza cual pantera, léase París, Milán y Barcelona, ahora tiene que sumar la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, en la que ha entrado por la puerta grande. En su primer año en la pasarela madrileña -no permiten desfilar a menores de edad y ella acaba de cumplir los 18-, se ha alzado con el codiciado premio a la mejor modelo tras trabajar para 18 de los 30 diseñadores de la 60ª edición. Así será más dulce la espera para la semana de la moda parisina -del 23 de septiembre al 2 de octubre-, tras la que comenzará los estudios de Turismo en la UNED. Aunque rompa con los tópicos intelectuales que rodean a las modelos, cumple a rajatabla los que tienen que ver con su espectacular 'físico': "Acudo al gimnasio y mi dieta es sana. Tomó mucha verdura cruda, pollo y pavo", asegura Dalianah, con cinco años de baile latino y tres de moderno a su espalda que algo habrán ayudado.

Su nombre, que significa tranquilidad en hindú, y sus exóticos rasgos no permite ubicar correctamente en el mapa a esta donostiarra de nacimiento y cántabra de adopción. El origen está en Bruselas, donde su padre, mauritano con raíces hindúes y africanas, conoció a su madre, leonesa, durante unas vacaciones. Pese al desarraigo a una tierra que se puede adivinar tras ese árbol genealógico, Arekion no puede evitar echar de menos "la comida y el mar de Santander", lista a la que su madre, que siempre está a su lado, añade "la tranquilidad" que se respira en Mar, una localidad perteneciente al municipio de Polanco, donde residen junto a la playa, en la que tantas veces soñó con ser modelo.

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