Comentarios homófobos en las broncas de 'Supervivientes'

Acaban de llegar a la isla y ya asoman las broncas. Yiya parece haberse tranquilizado y ahora es el torero Antonio Pavón el que tiene entre ceja y ceja a José Antonio Avilés. Después de dedicarle algún comentario homófobo, el diestro le pidió al 'dios' de la isla, Hugo Sierra, a ver si podía llevarse al tertuliano. Avilés no quiso entrar en batalla y el matador afirmó entonces que solo se trataba de una broma. «No son bromas, son besos de Judas que a mí no me gustan», respondió el colaborador de 'Viva la vida' visiblemente enfadado. Pavón insistió en que lo decía de buen rollo, «por destensar un poco», pero su contrincante no aceptó la gracia.

«Parece que el que está sufriendo aquí eres tú con mi presencia», opinó José Antonio mientras el conocido como 'Jesulín peruano' echaba más leña al fuego insinuando que quizá no tenía sentido del humor, «porque no tienes buen sexo», atacó. «Dime de lo que presumes y te diré de lo que careces», contestó rápido el periodista. Pasada la guerra, el torero quiso valorar la situación, ya solo ante las cámaras. Tras juzgar a su rival como enredador y cotilla, avanzó su certeza de que, de seguir así, «con sus chismes va a crear un estado de desconfianza», aseguró.

Por lo demás, la tranquilidad abunda en Supervivientes, aunque ya hay nubarrones que vaticinan tormenta. Fani está acribillada por los mosquitos y lloraba desconsolada: «Es que me escuece mucho, llevo muy mal las picaduras», se explicaba entre lágrimas la de 'La isla de las tentaciones'. Ferré se ha convertido en el que primero ha pescado en la isla y se ha venido arriba: «Me ha dado un chute de adrenalina impresionante», exclamaba eufórico con el pez en la mano. Y Ana María Aldón –la esposa de Ortega Cano-, que igual debe abandonar el programa el mes que viene porque tiene pendiente un juicio en España con un diseñador, se ha hecho muy amiga de Elena, la madre de Adara. Juntas demostraron su solidaridad con su grupo al ser tentadas por el pirata Morgan para hacerse con un plato de comida para ellas solas y decidir ambas repartirlo con sus compañeros y compañeras.