Guerra abierta entre el Gobierno sanchista y el antisanchismo de Mañueco

Los datos globales de demografía apoyan ese calificativo. Seis de las nueve provincias de la comunidad están entre las 13 que han perdido población entre el año 2000 y 2022. Zamora es la primera en este preocupante ranking, con una pérdida del 21,68% de los habitantes en poco más de dos décadas. De 203.000 a 167.000. Y con dato más grave que se le añade. En el año 2000 los mayores de 65 años representaban un 27,29% de la población zamorana. En 2022 suponían ya el 31,68%. El envejecimiento de sus vecinos es un hecho que requiere, además, de unos recursos públicos ingentes en una provincia con 246 municipios muy pequeños, agrupados en torno a la capital, más Benavente y Toro.

La tercera provincia en pérdida de población es Palencia. La quinta es León, seguida de Salamanca y por delante de Asturias, donde la pérdida de habitantes es una de las máximas preocupaciones. Aún aparece Ávila en el puesto nueve de los territorios que más población pierden, y le sigue Soria en el 12. Entre esas seis provincias han perdido 143.758 habitantes en estos 22 años.

Después, Teresa Ribera, ministra de Transición Ecológica y vicepresidenta tercera, quiso continuar con su ataque abierto a la gestión del PP (y por tanto de su socio actual, Vox) en la Junta de Castilla y León, desde donde le llegan continuamente mensajes de lucha contra el sanchismo desde el mismo parlamento autonómico. Y ahí lanzó una retahíla de lo que a su juicio son causas de esa despoblación. «Los recortes de maestros, de aulas rurales, de pediatras, de médicos, enfermería, los cierres de consultorios o su mantenimiento sin atención, van alimentando esa terrible espiral que queremos revertir, entre otras cosas, con el programa de atención siempre garantizado a menos de treinta minutos y con el que estamos dispuestos a apoyar a los castellanos y leoneses que quieran sumarse a ello con la convicción de lo importante que es la justicia social, los servicios públicos y la política fiscal para acompañar a los españoles».

Castilla y León mantiene aulas abiertas en municipios del medio rural con apenas tres niños, un índice que está por debajo de la media de lo que es normal en otras comunidades. De hecho, hay autonomías que no conocen lo que es un CRA (Centro Rural Agrupado) porque no cuentan con tal cantidad de localidades menores de 100 habitantes. De hecho, tampoco se han recortado profesores si se tienen en cuenta los datos de la Consejería de Educación. En el curso covid 2021-2022, sin contar los refuerzos de plantilla por la enfermedad, había 34.150 profesores, y para este 2022-23 creció la cifra hasta los 34.795 (645 más). Crecieron los de secundaria y FP bajaron algo los maestros. La enseñanza pública subió 506 profesionales y la concertada, 139. La tasa de interinidad, eso sí, es una vieja reclamación de los sindicatos de enseñanza que no acaba de reconducirse. Bajó algo en el cuerpo de maestros, del 13,07% al 11,90%, pero creció en el resto del 20,62% al 21,81%.

Los excelentes resultados en PISA y otras evaluaciones externas del sistema educativo chocan con la dificultad de atender a una población muy dispersa. Las rutas de transporte son un ejemplo claro: suponen un gasto de 48,5 millones de euros anuales para desplazar a 35.500 estudiantes.

Teresa Ribera también habló de la falta de médicos, pediatras y enfermeras y de la situación de los consultorios. Es un mal endémico que se agrava en un territorio tan complejo. La última mala noticia al respecto ha sido que 55 plazas MIR de médico de familia se han quedado sin cubrir. Las vacantes, además, han caído en Burgos, León, el Bierzo y Palencia. Completan la oferta las que están más cerca de Madrid, Ávila y Segovia. Faltan médicos, faltan enfermeras y los consultorios de los municipios más pequeños cada vez encuentran más dificultades para prestar la atención sanitaria con la frecuencia que precisa una población envejecida y con muchas patologías crónicas. No es un problema exclusivo de la comunidad, pero sí uno de los más acuciantes por la dificultad para lograr ser atractivos para los sanitarios que se disputan todos los territorios. La ausencia de pediatras es, por ejemplo, una de las reivindicaciones constantes de Soria ¡Ya! en las Cortes de Castilla y León.

La pérdida de población esconde, además, otra derivada. Son los que están en edad de trabajar los que emigran a otras comunidades (principalmente Madrid) o al extranjero y abandonan Castilla y León. Así, los meses de bajada del paro en la región escondían un dato crudo: de los parados que han desaparecido de la estadística, un buen número, en torno a 18.000 de 28.300, simplemente se han jubilado o se han ido. España aumenta la población activa un 1,3% en tres años y Castilla y León la ve disminuir un 1,6%.

Alfonso Fernández Mañueco, que ha diseñado la campaña electoral municipal en clave antisanchista, como hizo en las autonómicas del 13F de 2022, salió al paso desde Soria de las críticas de Ribera. «Hoy hemos vuelto a tener un ejemplo de la forma de actuar del Gobierno de Sánchez y de sus ministros, nos han vuelto a atacar a Castilla y León en sede parlamentaria», dijo. El presidente de la Junta ha hecho de la crítica al Gobierno, por otro lado, su mejor arma de defensa ante las acometidas de Luis Tudanca (PSOE) en los plenos autonómicos. Y prosiguió con su opinión sobre la labor de la ministra Ribera: «Ha hecho muchísimas más cosas no para luchar contra la despoblación, sino para acrecentar los ataques a Castilla y León. Podríamos hablar del lobo, de por qué se quiere cerrar la estación de esquí de Navacerrada y no de otras comunidades autónomas. Del cierre de las minas y de las térmicas. De su obsesión y preocupación contra el sector de la automoción, tan importante en Castilla y León. Prefieren atacar a las personas de Castilla y León y a las comunidades donde no gobiernan, donde no van a gobernar en los próximos tres años».