Julio Martín Gómez gana la Carrera del Pavo
Este segoviano consigue su cuarta victoria en la prueba al superar en un desempate a otros tres corredores
nacho sáez
Jueves, 25 de diciembre 2014, 13:51
Que Julio Martín Gómez gane la Carrera del Pavo va camino de convertirse en una tradición tan arraigada como la propia celebración de esta cita, que este jueves ha cumplido 79 ediciones. Ya son cuatro las victorias consecutivas que ha conseguido este segoviano, que fue el más rápido en el desempate que protagonizó junto a Miguel Martín Martín, José Antonio Fraile y Alfonso Martín Otones. Ellos cuatro fueron los únicos que llegaron hasta la plaza Adolfo Suárez (hasta hace unas semanas plaza del Seminario), que es donde se sitúa la meta de una prueba en la que, con el único impulso del descenso por la calle Teodosio el Grande y a lomos de una bicicleta sin cadena, hay que lograr cubrir la distancia que separa el inicio de la Calle Real y la citada plaza Adolfo Suárez.
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Carrera del Pavo 2014 en Segovia
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Prácticamente todo en ese recorrido es de subida y hay que abrirse paso entre la marea de gente que acude a presenciar la carrera. Un espectador lo comparaba con el ascenso al Tourmalet en el Tour de Francia. «Solo falta el demonio corriendo», decía. La verdad es que la Carrera del Pavo deja año tras año imágenes espectaculares. En un lapso de tiempo de diez minutos, la Calle Real pasa de estar vacía, que es lo propio por la mañana el día de Navidad, a encontrarse abarrotada de gente que cumple con la tradición y sale a ver esta prueba. El público conoce, además, los mecanismos de la misma y en ningún momento entorpece el paso de los corredores.
Esa cultura que existe en torno a la Carrera del Pavo es la que permite que siempre sea un éxito. En esta ocasión se inscribieron para participar 74 personas; entre ellas, gente más veterana, también algún niño, y solo tres mujeres. A las 11:30 horas se lanzaba el primer corredor desde lo alto de la calle Teodosio el Grande, y después, uno tras otro. Para la mayoría, su participación concluye a los pocos metros de comenzar la Calle Real. Ni siquiera llamarse Pedro Delgado es garantía de poder llegar a la plaza del Seminario. Solo unos pocos conocen el secreto paa avanzar y avanzar sin dar pedales. Perico, como es costumbre, echó pie a tierra apenas unos metros más arriba del bar La Tropical; un poco antes de llegar a la recién inaugurada Taberna del Volapié.
Allí contó que la primera vez que participó en la Carrera del Pavo fue en 1975 y que prácticamente no ha faltado a la cita ningún año. En su caso, prefiere correrla con una bicicleta normal y no con una preparada especialmente para la ocasión, como hacen los favoritos. Tampoco entrena de forma específica para esta prueba. «Tenía buenas vibraciones, pero se me ha escapado el pedal y me he quedado en la zona que ya es mía, que es mi coto», explicó elexciclista segoviano al terminar su participación.
Mientras él atendía a los medios, Julio Martín Gómez, Miguel Martín Martín, Alfonso Martín Otones y José Antonio Fraile disputaban el desempate al haber conseguido los cuatro llegar hasta la plaza Adolfo Suárez. Los tres primeros son habituales, mientras que en esta ocasión hubo un invitado especial con José Antonio Fraile. Ellos conocen el secreto para triunfar en esta carrera y poseen también la fuerza y las habilidades que se requieren. En el desenlace, Julio Martín Gómez ya iba destacado en cabeza al terminar el descenso por la calle Teodosio el Grande y al pasar por la plaza del Azoguejo. Tampoco aflojó en la subida y llegó a la plaza Adolfo Suárez en primera posición. Se apuntó, de esta manera, su cuarto triunfo consecutivo en la Carrera del Pavo.
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Ha cogido el testigo de Alfonso Martín Otones, que esta vez fue cuarto y que la ha ganado en siete ocasiones. «No se ha dado mal, porque no había entrenado nada», indicó. Le arrebataron un lugar en el podio Miguel Martín Martín y José Antonio Fraile, que terminaron segundo y tercero, respectivamente. Supieron adaptarse a una mañana de intenso frío pero soleada. No apareció la lluvia, que complica las cosas a los corredores, pues con el piso mojado es más difícil que la bicicleta se agarre al suelo. Sin ese impedimento, Julio Martín Gómez pudo arriesgar en la bajada y no tuvo problemas para llegar hasta la meta.
El premio que le esperaba era un pavo, como no podía ser de otra manera en esta carrera. Se lo entregaron los responsables del Club Ciclista 53x13, la alcaldesa de Segovia, Clara Luquero, y la concejala de Deportes, Marta Gutiérrez. Para el segundo y el tercero fueron un pato y un gallo, respectivamente. Se puso el colofón, de esta forma, a una mañana de tradición y deporte.
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