Todo comenzó cuando aún no había nacido
Sara Bayón confiesa el origen de su pasión debe estar en su madre, que embarazadaentró en un pabellón a ver gimnasia rítmica
Esther Bengoechea
Domingo, 12 de octubre 2014, 16:28
Todo comenzó en las Dominicas hace veintisiete años. Allí, en el colegio en el que estudiaba Sara Bayón se puso su primer maillot y comenzó a jugar con aros, cintas y balones. Bueno, en realidad todo pudo comenzar antes. Cuenta su madre que estando embarazada de Sara, de vacaciones, oyó música en un polideportivo y se acercó. Fue el primer contacto de los progenitores de la seleccionadora nacional con la gimnasia rítmica. «Mis padres nunca la habían visto antes y se quedaron a verlo. Seguro que algo me quedó», señala Sara Bayón, quien reconoce que cada vez que la preguntan de dónde es, tiene que responder «De Palencia con P, para que no lo confundan con Valencia», explica.
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A pesar de haber pasado ya más años fuera de la capital palentina que dentro, la seleccionadora nacional se escapa un fin de semana al mes o lo intenta y viaja hasta la ciudad del Carrión para ver a su familia y a sus amigos. «Palencia es mi Palencia. Aquí tengo a mi familia y a mis amigos de toda la vida. Es como una necesidad esto de volver a casa. Me gusta pasear por la Calle Mayor, comer un pincho de tortilla en el Gallego y tomar el vermut», reconoce. «Adoro esos vermuts que terminan a las cuatro o a las cinco de la tarde. Aquí en Madrid no tengo tiempo por el trabajo y aparte me gusta más hacerlo en Palencia», agrega. Bayón mantiene su grupo de amigas gimnastas de cuando era una niña. «Cada vez que vengo quedamos a cenar o por ahí. Vinieron a apoyarme a los Juegos de Londres y están mirando viajes para venir a Río de Janeiro en el 2016», cuenta.
Sara Bayón es la única deportista española que se ha proclamado campeona del mundo como gimnasta y como entrenadora. «No tenía ni idea y también me dijeron que solo somos tres entrenadoras de la selección que antes hemos sido gimnastas», aclara.
La palentina se convirtió en campeona del mundo en el año 1998 en Sevilla. Fue en la competición de tres cintas y dos aros, donde el conjunto español con Sara Bayón en sus filas consiguió superar al conjunto de Bielorrusia con una puntuación de 19.850. «Fue un sueño lograr la medalla de oro en el mundial de Sevilla», rememora la gimnasta palentina.
Bayón se trasladó a Madrid con quince años y tras terminar el instituto realizó la carrera de INEF, realizando las prácticas del último curso en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid donde ya había estado como gimnasta años atrás. «Allí me propusieron formar parte de la selección española y no lo dudé. Desde que era deportista quise ser entrenadora de gimnasia rítmica», señala. Bayón no entiende que el deporte de su vida sea minoritario. «En España es el deporte rey en la mujer. Hay muchas niñas que compiten, muchos clubes y muchísimos campeonatos. Es un deporte muy demandado aunque no esté muy reconocido», concluye la palentina Sara Bayón.
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