El Palencia Cristo se sirve otra ronda

Rubén Gala decidió repetir el once que tan buen resultado le dio al equipo ante el Ceares, mientras que los de Aitor Zulaika introdujeron bastantes novedades respecto a su último encuentro. Puso en balón en movimiento el Real Unión con poco acierto, pues lanzó fuera el esférico, y el Palencia Cristo fue dominador en los primeros compases del encuentro. Tanto, que apenas transcurrido el primer minuto de juego, los de Gala se adelantaban en el marcador de penalti después de que Iván Pérez derribase a Edu Gallardo en el área vasca y Álvaro Gómez transformase desde los once metros para hacer subir al marcador el primer gol de la historia del Palencia Cristo en la Copa.

Tras el tanto, los palentinos dispusieron de varias ocasiones para ampliar incluso el resultado, pero el Real Unión se hizo pronto con el balón a través de largas posesiones, balones combinados y un juego rápido para buscar el error en los morados, que no cedían y de vez en cuando intentaban sorprender a la zaga vasca, aunque ninguno de los dos equipos llevaba un peligro considerable a las áreas. Pese a ello, el público estaba disfrutando de un partido bonito entre dos adversarios que estaban desplegando un buen fútbol sobre el césped de La Balastera.

Los minutos pasaban y los visitantes no llegaban al área gracias al buen juego de los morados, que tuvieron varias contras a su favor con un gran juego de Edu Gallardo, que logró internarse en el área rival en multitud de ocasiones y consiguió volver loca a la defensa irundarra.

El árbitro asumió protagonismo después de que, en un choque fortuito, Silva viese la segunda amarilla y dejase al Palencia Cristo en inferioridad numérica cinco minutos antes del descanso. La empresa iba a ser aún más costosa. Los morados no bajaron los brazos, pero el Real Unión empezaba a aprovecharse de contar con superioridad numérica y, a los 43 minutos de juego, Capelete efectuaba el primer disparo, que atajó Guille.

El enfado del público fue a más cuando Edu Gallardo, tras regatear a varios jugadores vascos, era derribado en el centro del campo por Kijera, que solo veía la amarilla. Tras la jugada a balón parado, el Palencia Cristo hacía el segundo tanto gracias al que nunca falla, Abel Pascual. Los morados tiraban de épica y se iban al vestuario con ventaja de 2-0.

Los de Gala volvieron a la carga al comienzo de los segundos 45 minutos tras una gran internada –cómo no– de Edu Gallardo que era desbaratada por la zaga unionista. Los vascos estuvieron más activos en el segundo tiempo con llegadas por la banda de Mujika que hicieron que Guille tuviese que emplearse más a fondo. Los morados comenzaron a sufrir el cansancio de jugar con uno menos, aunque no cejaron en su empeño y siguieron enviando balones a Edu Gallardo, quien fue ovacionado tras ser sustituido por Josua.

Un inconmensurable Guille acababa con las opciones de los visitantes tras un gran remate de cabeza de Rivero que lograba despejar fuera del área. El técnico vasco Aitor Zulaika decidió dar entrada a los jugadores más habituales, los que suelen estar durante los encuentros de la Liga regular, para intentar dar la vuelta a la situación, pero el equipo palentino seguía haciendo los deberes, aunque estaba menos frescos y perdía más balones. Tocaba sufrir.

Los balones morados iban ahora dirigidos a Rafa Gómez, pues la idea era seguir entrando por el lado izquierdo. A falta de diez minutos para el final, Diego lo intentaba desde fuera del área, pero el balón se iba lamiendo el poste tras el despeje de uno de los centrales visitantes. Tras el saque de esquina, Arroyo, que acababa de entrar al campo, pudo hacer el tercero pero el balón salía desviado fuera del campo.

Era el momento de la épica, que no existe sin una buena dosis de sufrimiento. Los nervios estaban a flor de piel en los jugadores morados, pero también en el público palentino. Los de Zulaika siguieron colgando balones al área pero ninguno veía portería. Poco quedaba ya, aunque los guipuzcoanos siguieron llevando peligro y Llamas estuvo a punto de dar el susto con un balón que lamía el palo, pero la suerte estaba del lado del Palencia Cristo, esta vez sí. Fue justo cuando el estadio empezaba a cantar aquello de '¡Vamos mi Palencia, vamos campeón!'.

Cuatro de añadido. Más nervios. Estaba casi hecho, pero faltaba un último empujón. Mientras tanto, el banquillo ya había saltado para celebrarlo. Nunca antes había sonado tan bien el pitido final del árbitro, el Palencia Cristo se aseguraba un rival de Primera División en el sorteo de hoy a las 12:00 horas desde la sede federativa de Las Rozas.